El presidente de la UCR, Ernesto Sanz, exhortó hoy a los radicales a "iniciar una nueva
etapa" tras la magra cosecha de Ricardo Alfonsín en las elecciones generales, que recortó su poder territorial, y en la antesala de la pulseada por la renovación de autoridades.

"Es momento de identificar errores para corregirlos y no para autoinfligirse más daño o para generar escenarios de conflictos internos que aprovechen quienes, desde afuera de la UCR, apuestan a afectarla. La exhortación es, entonces, a todos los radicales para iniciar esta nueva etapa, con el máximo de responsabilidad y compromiso", indicó el senador nacional.

En un comunicado, el mendocino -que no estuvo este domingo en el búnker de Ricardo Alfonsín- indicó que la UCR tiene "una doble exigencia en el futuro inmediato": debe ser "garantía de control republicano" y "trabajar intensamente hacia el interior del de la sociedad, con una actitud propositiva y con visión de futuro".

"Como la fuerza opositora más importante en el Congreso de la Nación y en la representación territorial del país, debe ser garantía de control republicano y, a la vez, vehículo de acuerdos sobre políticas públicas que deben estar al margen de la competencia electoral", indicó Sanz desde Mendoza, donde la UCR también perdió la Gobernación ante el kirchnerismo.

El mensaje de Sanz, ex rival interno de Alfonsín por la máxima candidatura del partido, fue una exhortación a los radicales para que no saquen los trapitos al sol tras el magro 11,15 por ciento obtenido por la fórmula presidencial y el fracaso de la alianza con Francisco de Narváez en la Provincia de Buenos Aires.

Con ese mismo objetivo, este martes se reunirán todos los dirigentes de la conducción, encabezados por Sanz, en la sede del Comité Nacional para evaluar los resultados y los pasos a seguir de cara la próxima Convención Nacional y la renovación de autoridades partidarias y de ambos bloques legislativos.

La escasa cosecha fue la culminación de un pobre desempeño electoral a lo largo de todo el año, por el cual perdieron a manos del kirchnerismo dos de las tres provincias que aún conservaban -Catamarca y Río Negro- y no lograron recuperar ninguna, por lo que hoy sólo cuentan con Corrientes, cuyo gobernador tampoco responde a la orgánica partidaria.

El mandato de Sanz al frente del partido vence en diciembre próximo, aunque la conducción radical evalúa postergarlo hasta marzo para acomodarse luego de la derrota, lo que el mendocino aún no confirmó si aceptará.

Sanz ya dejó trascender en su entorno que no quiere seguir por otros dos años en la Presidencia de la UCR sino que su voluntad sería regresar a la conducción del bloque de senadores del radicalismo, por lo que en el partido ya circulan versiones de un nuevo enroque con Gerardo Morales, quien volvería al frente del Comité Nacional.

La nueva Presidencia del bloque de Diputados es también escenario de lucha: el cordobés Mario Negri ya anunció que dará batalla por ese puesto que hoy conserva el alfonsinista Ricardo Gil Lavedra, aunque hay varios anotados para el cargo, entre ellos el cordobés Oscar Aguad, y todo indica que será una dura pulseada que terminará después del 10 de diciembre.

Más allá de las posibilidades de Morales, uno de los candidatos que aportó más votos para Alfonsín desde Jujuy, tanto el senador Sanz como el vicepresidente Julio Cobos proponen una renovación desde la cúpula partidaria, para que las riendas sean tomadas por dirigentes jóvenes victoriosos de las recientes elecciones.

Entre ellos figuran varios nombres como el del electo intendente de Córdoba, Ramón Mestre, el vicegobernador electo de Santa Fe, Jorge Henn, o el primer diputado electo por el
radicalismo de Mendoza, Enrique Vaquié.

Incluso, el vicepresidente Cobos ya adelantó que presentará un proyecto para prohibir la reelección indefinida de cargos partidarios, un debate que se dará en la próxima sesión de la
Convención Nacional de la UCR, el 18 y 19 de noviembre próximos en Vicente López, donde se prevé habrá catarsis.