Aunque ganó el Barsa, Messi no pudo alcanzar a Zarra
Luis Suárez aportó dos asistencias, a Neymar y Jordi Alba, para decretar el 2-1 de los culés, que llegaron a la cima al superar la línea del Real Madrid por un punto. La "Pulga" tuvo oportunidades, pero no alcanzó el récord de Telmo Zarra.
Lionel Messi se dio el gusto de lucir otra vez la capitanía y de treparse a la cima nuevamente con el Barcelona, aunque seguramente se haya marchado a los vestidores masticando bronca por no haber podido quebrar el récord de Telmo Zarra, a pesar de haber contado con varias ocasiones manifiestas de gol. Es más, los travesaños de ambos arcos, le negaron la oportunidad de hacer historia en el estadio "Mediterráneo", con intentos de cabeza. Quedará como materia pendiente.
Los culés gozaron del dominio del balón pero no fueron eficaces y por eso se fueron abajo del marcador en el entretiempo. Los "Albirrojos" apretaron los dientes, cerraron sus líneas y apostaron a la velocidad de Thievy, quien con una corrida sacó ventaja, después de una recuperación defensiva en tres cuartos de cancha, mientras Messi poseía la pelota. Fue un golpe duro para la visita y Luis Enrique no dudó: en el complemento puso a Luis Suárez y Neymar.
Le costó entrar en la fortaleza defensiva que había propuesto Almería, pero una maniobra personal y asistencia del uruguayo derivó en el empate del brasileño. Más tarde, el ex Liverpool asistiría a Jordi Alba, a poco del final, para torcer el tanteador a favor de los catalanes. Messi no tuvo participación directa y en la última del encuentro, desperdició un mano a mano que lo dejará sin dormir esta noche. Igual, no hay dudas de que tarde o temprano llegará a los 251 goles...
Si bien habrá que aguardar por lo que hagan Atlético Madrid, Valencia y el Real –único que depende de sí mismo para ser líder en soledad-, Barcelona recobró algo de confianza con una victoria después de dos pálidas seguidas ante los "Merengues", en el clásico, y Celta. Con el boleto a los Octavos de Final de la Champions League, tendrá que centrar su atención en la competición doméstica, para continuar cabeza a cabeza con el resto en las posiciones de privilegio.