Pimpi Sandoval: "Jamás haría algo así contra el gobernador, yo lo voté"
Lo aseguró en su declaración indagatoria el hombre que fue procesado por atentar contra la casa del gobernador santafesino Antonio Bonfatti con 16 balazos.
"Jamás haría algo así contra el gobernador, yo lo voté, lo volvería a votar y no tengo nada (en) contra (de) él". Eso fue lo que dijo en su declaración indagatoria Emanuel "Pimpi" Sandoval, el joven de 24 años que fue procesado el miércoles pasado por la justicia provincial como autor de los delitos de amenazas agravadas por anonimato y uso de arma de fuego, abuso de armas y daño, en el marco del atentado a la casa del gobernador Antonio Bonfatti, ocurrida el 11 de octubre del año pasado.
En el escrito, la jueza Alejandra Rodenas incluyó informes de inteligencia de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), la división Seguridad Personal y hasta de un detenido que arreglaba las computadoras de la comisaría 10ª en sus ratos libres y escuchó los presuntos nexos que había entre el "Ema Pimpi" y dos policías de esa dependencia.
A raíz de toda esa evidencia; la magistrada terminó concluyendo que el peor atentado perpetrado en territorio provincial desde el regreso de la democracia fue el resultado de rencillas que "Ema Pimpi" tenía con el por entonces jefe de la comisaría 10ª, comisario Ronald Ivan Cuñe.
En su declaración indagatoria, Sandoval se declaró inocente y cargó contra Cuñe, a quien acusó de haber armado la causa en su contra. "Que se fijen en Cuñe, que lo investiguen a él, que se encarga de engarronar chicos y gente, por cuestiones de dinero que no le quisimos dar armó todo esto", señaló.
El comisario Cuñe, en tanto, remarcó que desde que se había hecho cargo de la seccional percibió que había muchos atentados incendiarios en la zona y denunció varios búnkers de drogas. Aseguró que los vecinos estaban muy atemorizados con lo que pasaba en el barrio y entonces comenzó a seguir a la banda de "Los Pimpis", término con el que se conocía en el barrio al grupo delictivo liderado por Sandoval.
Fue así que subrayó que se realizaron allanamientos en domicilios de allegados a Sandoval y hasta se le secuestró un BMW que habría utilizado con cierta regularidad.
La pata policial. De acuerdo a la pesquisa de la magistrada, Sandoval tenía una pata policial dentro de su organización. Eso fue lo que terminó derivando en el procesamiento del agente Pablo Alejandro Espíndola, quien trabajaba en la comisaría 10ª y a su vez tenía estrechos contactos con "Ema Pimpi". Es más, en el escrito de Rodenas se remarca que Espíndola "lleva a la madre de Sandoval a la cárcel a visitar a su hijo".
Espíndola fue procesado por el delito de encubrimiento agravado y también se dispuso su prisión preventiva. En el auto de procesamiento hay testimonios que lo ubican con el patrullero de la comisaría en la puerta de la casa de Sandoval.
Eso no es todo, hay un testimonio sorprendente. Se trata del que fue brindado por un detenido que estaba alojado en la comisaría 10ª y que arreglaba las computadoras de la dependencia.
El recluso relató que una vez, mientras arreglaba una PC en una de las oficinas de la planta alta, escuchó que en una contigua hablaban de Espíndola y otro agente de apellido Silva y remarcaban que ambos eran soldaditos del "Ema Pimpi", y uno de ellos "trasladaba merca" para el "Ema".
A Espíndola se le secuestró en un procedimiento vehicular una pistola 11,25 mm. Las pericias balísticas determinaron que era una de las armas que fue utilizada en el atentado a Bonfatti.
Sobre este agente también hay escuchas telefónicas que lo conectarían con la venta de drogas y comercialización de armas. Y hay una fuerte sospecha de que fue quien plantó una pistola en un vehículo secuestrado dentro de la comisaría 10ª en un intento para incriminar a su jefe, el comisario Cuñe.
En efecto, semanas después del atentado esa seccional fue allanada tras denuncias anónimas que indicaba que allí estaba una de las armas con las que habían atentado contra la casa del gobernador.
"Se infiere con claridad que el hallazgo del arma en un automóvil Ford Fiesta depositado en la comisaría 10ª fue el resultado de la maniobra efectuada por el policía Espíndola para aprovechar la coyuntura y atacar al titular de la seccional (Cuñe), que venía obstaculizando el negocio sobre estupefacientes. La estrategia de amedrentamiento ya se había avizorado en los incendios en los frentes de las casas de la zona e intentaba coronarse logrando el desplazamiento del jefe policial para eludir sus condicionamientos", señaló Rodenas.
Así las cosas, la jueza concluye que el atentado al gobernador habría sido consecuencia directa del accionar de las autoridades de la comisaría 10ª contra la banda liderada por Sandoval, "en un vano intento de sostener influencias en la zona".