Proyecto internacional busca acercar la matemática a los chicos
Se trata de una iniciativa chileno-finlandesa creada por expertos que consta de ejercicios sin una única respuesta correcta. Se busca incentivar la creatividad en la educación primaria mediante la búsqueda de distintas opciones.
"La creatividad es fundamental para trabajar matemáticamente, y los ejercicios de final abierto fomentan eso. En el caso de los cálculos para sumar tres, existe una variedad de patrones que se pueden seguir, lo que permite que todos participen, provean soluciones y se sientan integrados", explica Leonor Varas, ingeniera matemática e investigadora chilena a cargo del proyecto educativo "Finlandia", una iniciativa de ambos países para acercar la matemática a los más chicos.
Como una forma de potenciar el gusto por las matemáticas en alumnos de tercero básico, el proyecto nació a mediados de 2009 por iniciativa del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile y la Universidad de Helsinki, en Finlandia. De forma conjunta, profesores de ambos países crearon una pauta de ejercicios con más de una respuesta, los que después utilizaron de manera sistemática en sus clases. Todos los meses se dedica una hora exclusiva a la resolución de estos problemas, los mismos que se usan en escuelas finlandesas.
"Más que aprender un contenido, lo que se hace aquí es pensar. Los niños muestran tal creatividad que siempre, en Finlandia y en Chile, alguno atina con una solución más allá de la que el profesor tenía. Eso es genial, porque todos podemos asombrarnos con la respuesta del otro. Se desarrolla la creatividad y una libertad, una soltura, que no es amenazante, en el sentido de que el otro sabe más que yo", detalla Varas.
"La mayoría de la gente le tiene miedo a las matemáticas. Uno de los objetivos de este método es romper ese temor, haciéndolas más sociables y accesibles, mostrándoles a los niños que hay más de un camino", explica.
En los más de seis meses que lleva aplicando el método en sus clases, Alfaro dice haber visto resultados. "Donde más se nota es en los niños con problemas de aprendizaje. Se integran y participan. Dentro de su ritmo, pero lo hacen, y lo hacen bien", indica.
Así se lo hizo saber a los cuatro profesores finlandeses que durante la semana pasada visitaron su escuela. Con el objetivo de evaluar cómo se ha implementado el sistema en Chile, los expertos recorrieron algunos de los 10 colegios (todos municipales o particulares subvencionados) que actualmente integran el proyecto en el país.
"Estamos tratando de enseñarles a los niños que hay toda clase de matemáticas. No sólo se trata de libros, puede haber juegos. Es motivante ver cómo en Chile también sucede eso de tener a un alumno exclamando ´¡Wow, puedo resolver ejercicios difíciles!´, lo que nos acerca al objetivo de hacer a la disciplina menos terrorífica", explica Tuija Saavalainen, profesora de un tercero básico en Helsinki.
Paseando por los colegios, pudo comprobar que los problemas desarrollados en el país efectivamente se corresponden con los de la capital europea: mientras en Chile se les pide a los niños pensar de cuántas formas es posible juntar 2 mil pesos en monedas, en Finlandia se hace lo equivalente en euros, por ejemplo.
Además de visitar clases, los expertos conocieron cómo se llevaban a cabo los primeros procesos de evaluación del sistema. Durante esta etapa, se le pidió a cada niño dibujar una típica clase de matemáticas. La idea es replicar esta tarea cada cierto tiempo y ver si existe un cambio en la manera en que los alumnos reflejan su acercamiento a la disciplina. "Es ver el progreso. No sólo interesa el aspecto cognitivo, sino afectivo", concluye Leonor Varas.
La iniciativa, financiada por Conicyt y la Academia Finlandesa, tiene una duración total de tres años, y es el mismo profesor el que acompaña a los alumnos desde tercero a quinto básico. Para asegurar el buen desempeño, todas las clases -tanto en Chile como en Finlandia- son grabadas y posteriormente revisadas por una comitiva de investigadores. "Se puede ver si son capaces de no explicar y controlar todo, si se han soltado, si aceptan los juegos", explica Leonor Varas.