29 de octubre de 2002, en el Staples Center de Los Ángeles. Juegan los Lakers, que reciben sus anillos de campeones, ante San Antonio Spurs. Un tal Emanuel Ginóbili , de 25 años, disputa su primer partido en la NBA . Van 9 minutos del primer cuarto cuando ingresa por Tim Duncan. Su equipo ganaba 15-7. Es su debut en la mejor liga del mundo.

Pasaron más de 12 años desde aquel día a este 25 de diciembre en el que Manu jugará su partido 1000 en la NBA entre temporada regular y playoffs. Será, a las 16.30, hora de la Argentina, ante Oklahoma, y podrá verse por NBA TV. "Asumía que era uno de los experimentos de Gregg Popovich", contaba Duncan, con quien Ginóbili terminó formando un trío estelar junto también a Tony Parker. Ganaron cuatro anillos, hicieron historia.

Aquella noche de 2002, los Spurs vencieron a los Lakers por 87-82, con 10 puntos de Ginóbili, quien tuvo que marcar nada menos que a Kobe Bryant. "Creo que no hice el ridículo", decía Manu. Hoy, volverá a entrar a la cancha, con 1000 de esos partidos sobre el lomo y una historia de ejemplo a sus 37 años.

La entrevista completa con LA NACIÓN el día que Ginóbili debutó en la NBA

-Me imagino que te habrá costado dormir después de tantas emociones...

-No tanto. Lo que pasa es que después del partido nos subimos al avión privado, cenamos y después de recoger los bolsos en el aeropuerto llegamos a la habitación del hotel como a las 4 de la mañana. La excitación creo que apareció más tarde y provocó que me despertara temprano. A las 9, ya estaba arriba atendiendo llamadas. Además de mis padres, me llamó mucha gente de Italia, que se levantó a las 5 de la mañana para ver el partido.

-¿Qué te dijeron tus compañeros y el técnico al terminar el partido?

-Popovich nos felicitó, y se refirió a Claxton y a mí por lo que hicimos sobre el final. Mis compañeros no me dijeron nada especial: "Buen partido", "Nos diste una buena mano", y esas cosas.

-¿Qué te pidió Popovich antes del partido?

-Que no tratara de demostrar nada, que vaya despacio, que no hiciera nada raro y que tenía 100 partidos para jugar este año. Lo que pasa es que yo nunca fui tímido y se dio cuenta de que tengo ansiedad por rendir lo mejor posible.

-Se te observó muy tranquilo en el banco de suplentes en el tercer cuarto. ¿Sabías que ibas a entrar en el final?

-No, para nada, pero qué podía hacer... Creo que al final jugué bastantes minutos porque se contracturó el escolta titular, Steve Smith.

-Durante ese tiempo en el banco te colocaron algo en el tobillo derecho. ¿De qué se trataba?

-Era una almohadilla que me daba calor. Como ya había jugado en el primer y segundo cuarto, me aplicaron calor para que no se enfriara el tobillo.

-¿Qué sentiste cuando acertaste el triple al minuto de haber ingresado en la cancha?

-Y, no lo podía creer. Venía de meter 1 de 9 en la pretemporada, así que imaginate. Me sirvió para tranquilizarme mucho y para ganar confianza.

-¿Te conmovió el estadio, el rival y el entorno espectacular que tuvo el partido?

-La fiesta de la entrega de los anillos no la vi, estábamos en el vestuario mirando videos, pero una vez en la cancha y al ver a Shaquille O\\'Neal y tener a Jack Nicholson sentado a tres metros algo me conmovió. Además a mí me encanta Nicholson; vi montones de películas de él.

-¿Cómo te fue en el duelo con Kobe Bryant?

-Creo que no hice el ridículo. Le robé un par de pelotas y me metió un par de dobles, pero no me preocupa porque ese fenómeno le metió puntos a todos.

-Estuviste a punto de protestarle a los árbitros por dos faltas que le hiciste a Kobe...

-Y sí, contento no estaba. Eran al menos discutibles. Pero pensé: soy un novato que debuta, si digo algo me expulsan. Si hubiese sido en Italia seguro que le decía varias cositas.

-¿Por qué no festejaste nada, ni la tremenda volcada que hiciste?

-Sí, festejé el robo de atrás a Kobe Bryant; lo festejamos todos porque fue decisivo, nos fuimos a 8 puntos de ventaja a dos minutos del final.

-¿Que conclusión te queda de todo lo que sucedió en el debut?

-Que me estoy adaptando bastante bien, y lo más importante es que yo tomé confianza y me gané la de mis compañeros.