“Santa Fe unida y de pie para poder vivir con seguridad” fue el lema que hoy volvió a convocar a un grupo de vecinos en la esquina de bulevar y Vélez Sarsfield. La iniciativa es de barrio Siete Jefes, y es la tercera protesta que realizan en ocho días.

La primera fue el domingo 21 de diciembre y fue espontánea: comenzó como una reunión para manifestar solidaridad con la familia de Gerardo Testi —un vecino asesinado de un balazo la noche del viernes 19 durante un violento robo ocurrido en su casa, en Laprida al 3800— y desencadenó una movilización de silencio y aplausos por Laprida, hasta el cantero central de bulevar que desde entonces es el escenario de las marchas.

La segunda manifestación fue el lunes pasado, a las 13, y se replicó este mediodía con la misma premisa, “siempre comportándonos con respeto y sin violencia, no cortar las calles”. La última semana, la medida fue acompañada por un “alarmazo comunitario” por la seguridad, que activó las alarmas de las casas del barrio todos los días a las 13 y a las 21.

Hoy al mediodía, mucha gente usaba pecheras con la foto del vecino asesinado que decían: “Gerardo Testi presente”. “No queremos más muertes como la de Testi, uno se da cuenta cuando lo siente más cerca, como esta vez que fue mi vecino. Tenemos que hacer algo”, planteó Milagros Medina, una de las vecinas que participó de la marcha. El hijo de Testi —Andrés— habló para agradecer el apoyo de la gente y realizó fuertes críticas: tildó de “inoperante” a la Justicia por la marcha de la investigación del asesinato de su padre.

Otros vecinos también hablaron sobre la difícil situación que se vive en las calles de Siete Jefes. “En nuestro barrio vive mucha gente grande vulnerable. Queremos vivir en paz y poder salir a hacer los mandados tranquilos”, planteó Deborah del Sastre, vecina de Siete Jefes.

Entre todos

Néstor Campodano, presidente de la vecinal Siete Jefes, fue categórico: “Vamos a repetir la marcha tanto como sea necesario para que el reclamo no se diluya en el tiempo”, dijo, y detalló acciones. “Ya redactamos una nota al arzobispo, Mons. Arancedo, para que convoque a una mesa de diálogo; los santafesinos tenemos que analizar qué hacer para cambiar esta situación”, expresó.

El vecinalista también analizó diferentes grados de responsabilidad estatal e incluyó a los vecinos, “porque si bien el gobierno debe intensificar la prevención, todos tenemos un grado de responsabilidad en lo que estamos viviendo y debemos trabajar juntos, no podemos seguir viviendo así”, agregó.

También recordó que, desde octubre, Siete Jefes presta las instalaciones de la vecinal a las fuerzas policiales para que la tomen como base dentro del barrio “hasta que construyan la comisaría que pedimos, pero no vemos acciones en este sentido”.

Adhesión de vecinales

En los últimos días, la voz de Siete Jefes se magnificó en un reclamo de seguridad al que se sumaron otras vecinales de la ciudad. Hoy estuvieron presentes representantes de los barrios Santa Rita, Yapeyú, Estanislao López, Loyola Sur y otros del noroeste de la ciudad, y representantes de la Federación Santafesina de Entidades Vecinales.

Liliana Benítez, quien la preside desde octubre, destacó que la adhesión de la federación responde a que la seguridad es un problema de toda la ciudad. “Los vecinalistas llevamos la voz del barrio porque sabemos las preocupaciones de nuestros propios vecinos y vamos a apoyar las iniciativas de todas las vecinales en este punto”, planteó.

La federación tiene prevista una entrevista con funcionarios del Ministerio de Seguridad. “Vamos a tratar de adelantarla porque es el tema que más nos urge para este 2015”, concluyó.