La ansiedad por no perder ninguna noticia en un mundo sobreinformado

Las múltiples fuentes de información disponibles en las plataformas digitales plantea a los lectores el desafío de un seguimiento en tiempo real del incesante flujo de reportes que circulan por Internet.

Por si se lo perdió, eso es lo que significa la sigla ICYMI (In case you missed it, por si te lo perdiste). Si no la conocía seguramente se debe a que no navega la Red demasiado, y en particular Twitter, donde individuos y empresas la usan cada pocos segundos para llamar la atención sobre determinados enlaces web. Incluso The New York Times tiene una sección en su aplicación llamada "In Case You Missed It", con artículos de días anteriores.

Si bien la frase ha sido usada en el lenguaje coloquial desde hace mucho, la sigla delata la ansiedad que domina la época de Internet. Hay simplemente demasiada información legible, visible y escuchable para que uno pueda mantenerse al día. Nick Mickowski en McSweeney lo sugirió lúdicamente con su pieza humorística "I\\'m All Caught Up!" (¡Estoy al día!).

"Lo logré. Estoy al día" escribió Mickowski. "Accedí a todos los shows, películas, episodios en la red, álbumes musicales, libro, comics en la red, podcast, videojuego, comentarios en Twitter, Tumblr, Instagram, Reddit AMA y editoriales que ustedes me dijeron. Ahora podemos hablar sobre ellos y no me sentiré un marginado cuando nos encontremos".

En un tiempo recibíamos los medios de forma cíclica. Los diarios se publicaban una vez (o en algunos casos dos veces) al día, las revistas eran semanales o mensuales. Las noticias de la noche se difundían, bueno. cada noche. Los programas de televisión se difundían en alguna de las cadenas una noche por semana en un horario determinado y no se veían más hasta su reposición. Las películas se veían en los cines y mucho más tarde en video (hasta el advenimiento de las VCR solo se volvían a ver en retrospectivas). No había muchos intersticios, sólo unidades discretas y menor cantidad de ellas.

Mantenerse conectado se siente como un constante esfuerzo por ponerse al día, y encontrar cosas a ritmo más lento exige algún tipo de justificación, opina Elizabeth Minkel, del University College de Londres
Ahora estamos en medio de la era del streaming, en la que la industria de las noticias distribuye material en ciclos de 24 horas, temporadas enteras de shows televisivos llegan al público en forma instantánea, la mayoría de las películas están disponibles en cualquier momento y el flujo de internet y los medios sociales es incesante. Es casi todo espacio interstiticial con pocas singularidades en términos comparativos.

Pero es la eterna recuperabilidad de cualquier cosa online lo que nos provoca pánico. Elizabeth Minkel, que tiene un master en humanidades digitales del University College de Londres, escribió un artículo para The New Statesman, en el que sostuvo que "ICYMI hace que mantenerse conectado se sienta como un constante esfuerzo por ponerse al día, y encontrar cosas a ritmo más lento exige algún tipo de justificación".

"Si es trabajo de otra persona, por qué hay que decir ICYMI o disculparse diciendo: Lo siento, ¿Esto es viejo?" dijo en una entrevista. "A uno se lo premia por llegar primero, no por estar entusiasmado con algo". (Minkel señaló que lo que se sube a Tumblr tiene vida mucho más prolongada que lo de otros medios sociales.)

Antes de Internet aceptábamos que lo que aparecía en los medios tenía una expectativa de vida de 24 horas: la noticia de ayer era la noticia de ayer y se acabó. Si usted era su creador se tranquilizaba con la noción de que la gente la veía cuando aparecía y seguía con otra cosa; no había alternativa.

Si perduraba en la conciencia del público era por su durabilidad, no por repetidos recordatorios. El contenido tenía finales y muertes finitas, no aproximaciones asintóticas y estados vegetativos de largo plazo con la resucitación como una opción permanente.

Los consumidores tenían alternativas similares: si uno salía el jueves por la noche en la década de 1990, se quedaba sin ver los programas más importantes de la cadena de NBC (a menos que los grabara) y pasaría un tiempo antes de que pudiera verlo nuevamente. Ayudaba el hecho de que había menos competencia de medios en las décadas pasadas y en el caso de la TV las series dramáticas eran menos complejas por lo que perderse un episodio de "Dinastía" podría no resultar tan oneroso como perderse un capítulo de "Breaking Bad".