Humoristas argentinos se solidarizaron con Charlie Hebdo

Realizaron un acto en el Museo del Humor. Estuvieron Quino, Sendra y Sábat, entre otros. "Me fui enterando de a poco porque la incredulidad no me dejaba enterarme de golpe", dijo Sendra por LT10.

 Convocados por el Ministerio de Cultura bajo la consigna "Yo soy Charlie. La cultura, los humoristas y los ciudadanos nos unimos ante el dolor y la barbarie", prestigiosos dibujantes argentinos como Quino, Fernando Sendra, Hermenegildo Sábat, Carlos Garaycochea y Carlos Nine, entre otros, se dieron cita en el Museo del Humor en solidaridad con las víctimas del atentado cometido el miércoles pasado en París contra los integrantes de la revista Charlie Hebdo.

"Propusimos hacer aquí este acto por ser el ámbito apropiado porque convoca a los colegas de los fallecidos", dijo a los medios el director del Museo del Humor (Mu-Hu), Hugo Maradei.

"El ejercicio de la libertad de expresión es un pilar fundamental de la democracia; el terrorismo la limita y por eso es su enemigo. Ametrallar a dibujantes y periodistas indefensos habla de una cobardía y bajeza moral que representa lo peor del ser humano", señaló el ministro de Cultura porteño Hernán Lombardi en la previa del acto. "Frente a la barbarie de unos pocos la respuesta tiene que ser más libertad. La libertad de poder decir lo que queremos como queremos. Autocensurarnos es justamente lo que estos asesinos quieren y es lo que no hay que hacer", agregó.

Además del ministro, estuvieron presentes el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri y Jean François Guéganno, consejero de Cooperación y de Acción Cultural de la embajada de Francia.

En diálogo con LT10, Fernando Sendra, sostuvo que "es raro hablar de esto. Es impensado (...) Me fui enterando de a poco del atentado porque la incredulidad no me dejaba enterarme de golpe. Cuando escuché la noticia pensé que era un atentado no direccionado".

En el mismo sentido, el dibujante sostuvo que "los hechos están demostrando que hay una situación donde la religiosidad tiene una incidencia mucho más grande de lo que a nosotros nos puede entrar en la cabeza (...) imaginaba un año 2000 más ligado a la razón que a esta situación".