El canciller argentino, Héctor Timerman, estaba en París este domingo, cuando se realizó la enorme movilización por la libertad de expresión y en repudio al atentado terrorista perpetrado contra el semanario satírico Charlie Hebdo. Sin embargo, no recibió la autorización de Cristina Kirchner a asistir.

El funcionario pasó por la capital francesa este fin de semana, luego de haber viajado a China para arreglar la próximo visita presidencial al gigante asiático. En su estadia para visitar a su hija, que vive en la metrópolis gala, dejó su firma en el libro de condolencias ubicado en Quai d\\'Orsay, sede del Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia, destinado a expresar el pesar por los muertos de los ataques terroristas, que suman a los doce periodistas de la revista, la ciudadanos franceses asesinados en el supermercado kosher, y los policías asesinados.

Las autoridades de Francia invitaron a Timerman a participar en la movilización del domingo pasado, y respondió que debía consultar a Buenos Aires. Según informó hoy el diario Clarín, el gobierno argentino le ordenó que no asista de la manifestación, pese a que participaron de ella al menos 45 líderes y jefes de estado mundiales, y un millón y medio de franceses conmovidos por la brutalidad del ataque terrorista.

La que sí participó de la movilización junto al resto de sus pares del mundo fue la embajadora argentina en París, María del Carmen Squeff, quién también había sido invitado por el gobierno de Francois Hollande.

De esta manera, la política exterior que asumió el Poder Ejecutivo por el atentado se redujo a los mínimos gestos protocolares. Además de la firma en el libro de condolencias y de la participación de Squeff en la marcha, Cancillería antes había enviado un comunicado formal en el que se condenó "enérgicamente el bárbaro ataque terrorista" contra Charlie Hebdo.

En medio de la enorme conmoción ocasionada por las bombas terroristas, resulta llamativo que Cristina Kirchner tampoco hiciera mención alguna - ya sea en los medios o en sus cuentas de Facebook o Twitter- sobre un hecho que produjo consternación y un intenso debate en la Argentina sobre la libertad de expresión.