Fuerzas de Kaddafi desbarataron una ofensiva rebelde sobre la ciudad natal del líder libio
Fuerzas de Muammar Kaddafi desbarataron hoy con ataques de tanques y artillería una ofensiva rebelde sobre la ciudad natal del líder libio y forzaron el repliegue del improvisado ejército insurrecto, justo cuando las potencias se reúnen en Londres para discutir el futuro de Libia.
La ola de ataques tuvo como blanco a varios cientos de rebeldes armados desplegados en una ruta que ayer habían logrado avanzar sus posiciones hasta 100 kilómetros al este de Sirte, la ciudad natal de Kaddafi, gracias al apoyo de bombardeos de una coalición estadounidense y europea.
En una escena similar a otra retirada rebelde ocurrida la semana pasada en este conflicto en constante cambio, los insurrectos se ocultaron detrás de dunas o montones de tierra al iniciarse el ataque kaddafista, mientras las balas zumbaban por sobre sus cabezas y proyectiles caían cerca de la ruta o sobre ella.
Los asustados rebeldes saltaron luego a camionetas e iniciaron una caótica huida de los bombardeos en medio de nubes de humo levantadas por los vehículos a lo largo de la angosta ruta que recorre toda la costa mediterránea de este a oeste del país, informó la cadena CNN.
Los rebeldes habían conseguido llegar ayer a Nawfaliyah, 100 kilómetros al este de Sirte, pero el contraataque de hoy de Kadaffi los hizo retroceder hasta la localidad de Bin Jawad, unos kilómetros más al Este.
Ambos bandos intercambiaron disparos de artillería en torno a un caserío de las afueras de Bin Jawad, en medio del estruendo del impacto de los proyectiles y el traqueteo de ametralladoras y fusiles, mientras nubes de humo se elevaban de la zona.
Sirte está controlada por miembros de la tribu kaddadhfa, a la que pertenece Kaddafi. Pero se cree que muchos integrantes de otra tribu del lugar -los firjan- se oponen al líder libio, por lo que los rebeldes dijeron esperar convencerlos de que los ayuden.
Una zona de exclusión aérea y bombardeos encabezados por Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, todo con aval de la ONU, ayudaron a los rebeldes a recuperar todo el terreno perdido la semana pasada, cuando llegaron a estar al borde de ser derrotados por las fuerzas del gobierno, mejor equipadas y disciplinadas.
Pero la lucha en una zona tan densamente poblada como la de Sirte seguramente complicará no sólo el avance de los rebeldes sino también la campaña de bombardeos externos que, según la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que los autorizó, tienen por fin proteger a la población civil de los combates.
Kaddafi, además, no está a la defensiva en todas partes. Sus fuerzas siguen asediando Misurata, la última gran ciudad en manos rebeldes en la mitad oeste de Libia.
Residentes afirmaron que la ciudad volvió a ser bombardeada hoy por las tropas del gobierno y que al menos tres personas murieron.
Funcionarios libios condujeron a un grupo de periodistas extranjeros por las afueras de Misurata, pero no los llevaron al centro, en un aparente indicio de que el control oficial no es muy extenso, según informó la cadena CNN. Explosiones y ráfagas de disparos podían escucharse a la distancia.
La Marina estadounidense, en tanto, informó hoy que dos de sus aviones y un destructor atacaron a un grupo de naves libias que disparaban "indiscriminadamente" contra embarcaciones comerciales en el puerto de Misurata, dejándolas inoperables.
En coincidencia con los combates, representantes de más de 40 países se reunirán hoy en Londres para analizar la crisis y "respaldar la transición" en una eventual Libia post-Kaddafi.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton; el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, y cancilleres de los cinco continentes participarán de las conversaciones, que buscan aumentar la presión sobre Kaddafi para que renuncie.
El canciller italiano, Franco Frattini, dijo que varios países prevén presentar un plan para poner rápido fin al conflicto que incluye una propuesta para un autoexilio de Kaddafi, un cese del fuego y conversaciones entre los rebeldes y jefes tribales libios.
En una carta abierta a la comunidad internacional difundida hoy por la agencia de noticias oficial libia Jana, Kaddafi urgió a detener el "monstruoso asalto" contra Libia e insistió en que los rebeldes son apoyados por la red islamista Al Qaeda.
"Lo que está pasando ahora está dando cobertura a Al Qaeda a través de ataques aéreos y misiles para permitirle controlar el Norte de Africa y convertirlo en un nuevo Afganistán", dijo Kaddafi, quien acusó a la comunidad internacional de estar cometiendo una "operación de exterminio" contra el pueblo libio.