La muerte de Nisman repercutió fuertemente en la comunidad judía que lucha para esclarecer el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994. Por esto, el presidente de esta entidad, Leonardo Jmlenitsky, y el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Julio Schlosser, pidieron reunirse con el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.

"Una muerte que no quede en el olvido o en una causa que nunca avance. Planteamos la necesidad de que las causas que estaba llevando el fiscal Nisman continúen sin una interrupción por este hecho tan doloroso y shockeante", indicó Schlosser.

Además, se encargó de brindarle a la comunidad judía "tranquilidad para que continúe su vida normal, lo que es la vida de cualquier ciudadano sin ningún tipo de temores" y sentenció: "Las víctimas del atentado ya son más de 100. La muerte del fiscal sería la 103. Se trata de los familiares que fueron muriendo porque la pérdida de un ser querido ha tenido un deterioro en su salud".

Por su parte, Leonardo Jmlenitsky pidió una "investigación exhaustiva hasta saber qué ha ocurrido" y "tomar previsiones para que el atentado a la AMIA se esclarezca". Sobre la postura del gobierno nacional, el presidente de la AMIA explicó: "No analizaron hipótesis pero dijeron que se hacían eco de nuestra preocupación y responsables de investigar lo que había ocurrido".

Asimismo, agregó que los representantes del Gobierno "no fueron demasiados implícitos" sobre la descalifiación de información, pero aclaró: "Nos dijeron que en la presentación se levantaba el secreto. Entendemos que son los archivos que presentó el fiscal".