El ex presidente uruguayo Tabaré Vázquez pidió disculpas por sus "inoportunas" declaraciones en las que afirmó que en su mandato consideró la posibilidad de entrar en guerra con la Argentina por el conflicto de las pasteras, y anunció su retiro de la actividad política.

"Considero que dichas declaraciones fueron inoportunas", dijo en un comunicado distribuido este jueves al mediodía y divulgado por los diarios El País y El Observador, y agregó: "Presento mis excusas y anuncio mi retiro de la actividad política pública".

La validez del comunicado fue confirmada a la agencia Efe por fuentes cercanas al exmandatario, que sin embargo prefirieron no aclarar si el retiro es definitivo o transitorio.

El martes pasado, durante una conferencia ante alumnos del Colegio Monte VI de Montevideo, Vázquez explicó que llegó a plantearse "un conflicto bélico" durante la crisis diplomática por la instalación de una papelera de la empresa finlandesa Botnia (actualmente UPM) en el lado uruguayo del limítrofe Río Uruguay.

También señaló que en 2007, cuando la confrontación estaba en plena efervescencia, llegó a pedir ayuda a George W. Bush durante una visita de su entonces homólogo estadounidense a Montevideo.

En el comunicado difundido el exjefe de Estado manifiesta que el martes hizo "un relato de lo realmente acontecido" y que lo hizo "teniendo en cuenta, además, las excelentes relaciones que felizmente hoy tienen" los "dos países hermanos".

Sin embargo, admite que "de cualquier manera" y "muy lejos" de sus intenciones, sus palabras "pueden dañar esas relaciones, al proyecto político de la izquierda uruguaya y al propio Frente Amplio", el partido oficialista, con el que en 2005 se convirtió en el primer presidente de esa tendencia en Uruguay.

"Por todo ello presento mis excusas y anuncio mi retiro de la actividad política pública", concluye el documento, fechado en Montevideo.

Horas antes de su sorpresivo anuncio, el exgobernante dictó este jueves una conferencia sobre la lucha contra el tabaquismo, uno de sus caballos de batalla como médico y como político, durante la Asamblea General de la Asociación Médica Mundial, que se celebra esta semana en Montevideo.

Al ser interrogado sobre la polémica por los periodistas apostados a la entrada del lugar, sonriente y tranquilo, Vázquez se mantuvo en silencio con gesto impasible.

El miércoles los partidos de la oposición uruguayos y algunos de los que fueron ministros en Argentina durante el conflicto, que duró siete años y acabó en la Corte Internacional de Justicia, lo criticaron con dureza.

El excanciller argentino Rafael Bielsa (2003-2005) lo calificó de "hombre parroquial, doméstico, suburbano, sin conocimientos en derecho internacional ni en política internacional" y llegó a decir que "no tiene palabra".

Incluso, la senadora uruguaya Lucía Topolansky, esposa del actual presidente, José Mujica, calificó de "absurda" la hipótesis de una guerra e hizo votos para que sus afirmaciones no tengan "repercusiones diplomáticas".

Este jueves el Gobierno uruguayo, que sigue en manos del Frente Amplio, informó de que "no emitirá ninguna declaración" sobre el tema.

Vázquez, oncólogo de profesión y de 71 años, fue presidente entre 2005 y 2010, y es considerado el principal baluarte del oficialista Frente Amplio (FA) de cara a las elecciones generales de 2014. En varias ocasiones ha insinuado su intención de ser candidato a esos comicios si la salud lo acompaña.