Para Carlos Fara la marcha del #18F fue una "fotografía anunciada"
Según el consultor la mayoría "piensa que fue un asesinato o un suicidio inducido" el episodio en la casa de Nisman y eso se "consolidó" ayer. Por otra parte, sobre las elecciones predijo que "quizá se produzca una polarización en la primera vuelta".
Carlos Fara, de la consultora Carlos Fara & Asociados, opinó la marcha del miércoles "era una fotografía anunciada. Refleja lo que de movida uno detectó en los estudios de opinión público respecto a que la gente pensaba que la mayor parte de las denuncias que había hecho el fiscal eran verosímiles, ciertas. Que la mayor parte de la gente piensa que fue un asesinato o por lo menos un suicidio inducido y que el Gobierno tiene alguna dosis de lo que ocurrió. La marcha consolidó estas impresiones".
El expresidente y actual chairman de la Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos cree "que el Gobierno va a insistir en ningunear la marcha y ponerla en el medio del conflicto político sin otorgarlo legitimidad social, no creo que vaya a cambiar la actitud ni el discurso en ese sentido". Además consideró que "el tema llegó para quedarse independientemente del avance de la causa de la muerte del fiscal y de la propia denuncia que había hecho Nisman. Y creo que el próximo presidente, sea quien sea, sobre todo si es uno de la oposición, que es lo más probable, lo más seguro es que le dé a este tema un espacio importante por lo que simbólicamente ya representa para la Argentina".
El consultor político con experiencia en 110 campañas electorales dijo que "existe una demanda de cambio de estilo de conducción y de bajar el exceso de politización que todo tiene: la Justicia, la marcha, las denuncias y en todo ámbito la sociedad ha llegado a un punto de saturación de exceso de politización, no de política".
Fara también vaticinó sobre los próximos comicios: "Soy de los que creo que no necesariamente vamos a llegar a una segunda vuelta, que quizá se produzca una polarización en la primera. Está claro que existen más probabilidades que en una polarización o una segunda vuelta el candidato opositor tiene más probabilidades de ganar.