Preocupa un anuncio sobre el cierre de conventos franciscanos de San Lorenzo y La Capital

La orden franciscana, uno de cuyos miembros es el hoy papa Francisco, que pasó como maestrillo y profesor de Literatura por el Colegio de la Inmaculada Concepción de esta capital -hace 51 años-, resolvió no solventar más con recursos propios el funcionamiento de los tradicionales conventos San Carlos, en San Lorenzo y San Francisco, situado en esta capital, en inmediaciones de la Casa de Gobierno.

El anuncio fue realizado por el sacerdote franciscano Horacio Duarte, a cargo del tradicional museo del convento de San Carlos, indicando que la orden franciscana tomó la resolución de no solventar más el gasto de su funcionamiento, priorizando otras obras que sostiene en esta provincia (territorio franciscano compuesto por una extensa región que se extiende desde Santa Fe hasta Formosa).

En declaraciones que reproduce hoy SL24.com, de la ciudad de San Lorenzo, el sacerdote ratificó que "si para mediados de año no hay una alternativa, es probable que antes de acabar 2015 el convento cierre sus puertas".

Ante el anuncio, todos recordaron a Amado Boudou. El 3 de febrero de 2013, el vicepresidente presidió el acto del bicentenario del combate de San Lorenzo, la única batalla librada por José de San Martín en territorio argentino y bautismo de fuego del Regimiento Granaderos a Caballo. Ese día, según admitieron fuentes oficiales, Boudou se había comprometido a gestionar un subsidio, que nunca llegó.

Ante las consultas del caso, el municipio sanlorencino indicó que aporta más de un millón de pesos al museo histórico.

El propio Duarte admitió que para mantener el funcionamiento del convento de San Carlos (Monumento Histórico Nacional desde la década del \\'50), que complementa con el Campo de la Gloria y el Pino Histórico, se requieren anualmente unos 900 mil pesos. Con ese monto, la administración del museo cumpliría con los gastos demandados por el pago de salarios y algunos otros generados por la reposición de algún elemento roto y/o dañado, además de aquellos otros demandados por el personal de limpieza.

El Campo de la Gloria y el Pino Histórico, por su parte, son mantenidos por la Municipalidad sanlorencina, que destina una partida anual de unos dos millones de pesos, entre personal especializado dedicado exclusivamente al Pino Histórico (aunque el árbol debajo del cual San Martín escribió su parte de guerra se secó hace poco, el sitio sigue mantenido como tal) y los gastos derivados del mantenimiento de toda la flora e infraestructura del Campo de la Gloria.