Luego de haber arrancado las Eliminatorias con una derrota ante Perú, Paraguay tenía la posibilidad de recuperarse nada menos que ante Uruguay, de quien además podría vengarse tras la derrota en la final de la Copa América. Los de Tabárez, en cambio, llegaban con los tres puntos del debut ante Bolivia y con un pasado reciente que lo coloca como el rival a vencer en Sudamérica.

De entrada, el equipo local abusó del juego brusco y buscó constantemente imponer la supremacía física ante un rival que no se amilanó. Así, valió más una pierna fuerte en el mediocampo que una idea para vulnerar la defensa contraria. Y el partido se trabó, prácticamente no hubo llegadas de riesgo: sólo remates de media distancia de Forlán y Cavani del lado de la Celeste y centros a la olla por parte de los guaraníes.

Paraguay, que estaba repitiendo la opaca actuación de Lima, salió al complemento con más decisión aunque con la misma falta de argumentos. Por empuje pudo haberse puesto en ventaja a los 15, con un remate de Edgar Barreto que se fue besando el poste derecho de Muslera.

Uruguay, por su parte, no alcanzaba el nivel de la victoria ante Bolivia y el tridente ofensivo brillaba por su ausencia, hasta que apareció Suárez, giró en el área y le dejó servido el gol a Forlán, que sólo tuvo que empujarla. Con el 1-0, la Celeste encontró espacios y pudo haber ampliado la diferencia si Álvaro González y Cavani afinaban la puntería.

En los últimos minutos Paraguay buscó un empate que no lo dejara tan expuesto ante su público. Probó con Haedo Valdez y Barreto, pero la suerte no estaba de su lado. Uruguay aguantó hasta el final pese a las bajas de Pérez y Forlán (salieron lesionados), pero en el último minuto adicionado los guaraníes alcanzaron la igualdad que tanto habían buscado con una carambola que Richard Ortiz empujó a la red.