Efecto real: Brasil es hasta 35% más barato

La vida en Brasil resulta hoy hasta un 35% más barata que en la Argentina. Si tomamos los precios de la Ciudad de Buenos Aires y los comparamos con los de Río de Janeiro, la diferencia sorprende. Viajar, ir al supermecado y comer afuera resultan más económicos que en la capital porteña. Es que sólo en lo que va del año el real se devaluó más de un 20%, con una caída del 55% en los últimos 18 meses

Así, por ejemplo, comer una pizza a la napolitana en la famosa zona de Ipanema cuesta $ 100 (tomando la cotización del real y el impuesto del 35%), mientras que en la famosa calle Corrientes el precio trepa a $ 150, es decir que el país vecino resulta un 35% más económico. Disfrutar de una cerveza, acompañada de las clásicas papas fritas, también es más accesible en la ciudad carioca.

Las típicas compras que los turistas suelen hacer en el supermercado, galletitas, gaseosa y agua, dan como ganador a Brasil en la pulseada. Así, por ejemplo, un agua de 1,5 litro cuesta un 27% menos que en CABA.

Los colectivos premium -con aire acondicionado- que recorren desde el aeropuerto internacional hasta la zona turística de Copacabana e Ipanema, pasando por la terminal de ómnibus, lo que significa una hora de viaje, cuestan poco más de 52 pesos en Brasil. El servicio similar que se puede adquirir en el aeropuerto de Ezeiza y que lleva a los turistas a la zona más exclusiva de Puerto Madero cuesta $ 130, es decir un 60% más caro.

Río de Janeiro suele ser el punto de partida hacia destinos cercanos. Por ejemplo, un clásico es conocer la ciudad colonial de Paraty, que se encuentra a cuatro horas y media de distancia. El pasaje en ómnibus cuesta $ 260 por persona, mientras que aquellos que por el mismo tiempo decidan viajar a la costa atlántica, desde Buenos Aires, deberán desembolsar un 30% más. Para tomar como ejemplo: un pasaje a la ciudad balnearia de San Bernardo cuesta $ 340.

Hay que tener en cuenta, además, que la hotelería resulta más accesible en el país vecino. Una posada en Isla Grande, con todas las comodidades, cuesta $ 700 la noche; un servicio similar en la costa atlántica supera los $ 850. Claro que con un detalle: las playas argentinas tienen mucho que envidiarles a las cariocas.