El arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Agustín Radrizzani, podría ser elegido por El Vaticano para reemplazar al titular de la arquidiócesis de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, cuando presente su renuncia por jubilación, al cumplir 75 años en diciembre próximo.

Si bien el cardenal Bergoglio podría permanecer durante otros dos años en el cargo hasta que el Papa Benedicto XVI ordene su reemplazo, fuentes eclesiásticas dijeron a Noticias Argentinas que los obispos de Argentina esperan que exista una "lógica episcopal" para la designación del Arzobispado de Buenos Aires, la diócesis más importante del país.

Esta lógica indicaría que Radrizzani -de 68 años- tenga un arzobispado "de transición" y luego llegaría la hora de una gestión más larga -similar a la de Bergoglio-, en la que se perfila el arzobispo de Corrientes Andrés Stanovnik.

Radrizzani es un obispo moderado, dialoguista, fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y para este período de transición tiene una buena relación con el Gobierno nacional.

Su trayectoria es reconocida en Roma, ya que al frente de las diócesis de Neuquén y Lomas de Zamora lidió con problemáticas importantes, como los "cacerolazos" y una región que estaba en un estado "calamitoso", respectivamente.

En Luján sucedió a Emilio Ogñenovich, que había tenido una gestión complicada, y bajo el mandato de Radrizzani, se inició la restauración de la Basílica y se consiguió un viejo anhelo de la Iglesia: la escritura definitiva de los terrenos donde se encuentra el edificio.

Luego de que el 18 de diciembre Bergoglio presente su renuncia en Roma al cumplir 75 años, el Vaticano puede tomarse un tiempo prolongado hasta designar a su sucesor, lo que mantendrá al cardenal al frente de una diócesis que tiene bajo su órbita 400 sacerdotes, 200 parroquias, 300 colegios y más de 3.500.000 de fieles.