Ellen Johnson Sirleaf, primera presidenta de África y Nobel de la Paz

 Monrovia, - La liberiana Ellen Johnson Sirleaf, de 72 años, galardonada este viernes con el Premio Nobel de la Paz junto a su compatriota Leymah Gbowee y la yemení Tawakkul Karman, ha sido la primera mujer en ser elegida presidente en África.

Elle Johnson Sirleaf, que buscará un segundo mandato en las  elecciones del próximo 11 de octubre, pasó a la historia al  convertirse en 2005 en la primera mujer elegida como jefe de
Estado en el continente africana, en un país de cuatro millones  de habitantes traumatizados por guerras civiles que, desde 1989 a  2003, dejaron 250.000 muertos, destruyendo sus infraestructuras y  su economía.

Desde su investidura en 2006, inició un activo trabajo ante  las instituciones financieras internacionales que la conocen  bien: economista formada en Harvard, esta madre de cuatro hijos y  abuela de ocho nietos trabajó en la ONU y en el Banco Mundial.

Ministra de Finanzas de los presidentes William Tubman y  William Tolbert en los años 1960 y 1980, su objetivo fue anular  la deuda y atraer los inversionistas para la reconstrucción, lo
que obtuvo en parte.

La lucha contra la corrupción y por profundas reformas  institucionales en la más antigua república de Africa al sur del  Sahara, fundada en 1822 por esclavos negros liberados llegados de  Estados Unidos, siempre estuvo en el centro de su acción política.

Este combate, que le valió el apodo de "Dama de hierro",  también le llevó a la cárcel en dos oportunidades en los años  1980 bajo el régimen de Samuel Doe.

En el extranjero goza de una formidable imagen que se materializó este viernes en Oslo cuando le fue otorgado el Premio  Nobel de la Paz 2011, junto a otras dos mujeres.

Pero en su país le reprochan no haber cumplido sus promesas en materia económica y social, y sobre todo de no haberse implicado  lo suficiente en favor de la reconciliación nacional.

Hasta ahora, la presidente ha ignorado un informe de la Comisión Verdad y Reconciliación que data de 2009 que la cita  como una de las personas que no pueden ocupar cargos oficiales  durante 30 años por haber apoyado al ex caudillo Charles Taylor,  presidente de 1997 a 2003.

Elle Johnson Sirleaf reconoció haber apoyado al comienzo la  rebelión de Taylor contra el régimen de Samuel Doe en 1989, que  sumió a Liberia en su primera guerra civil, para convertirse  luego y a la luz de los crímenes de Taylor, en una de sus más  feroces adversarias.

Justo antes de la publicación de este informe, ella había  anunciado que postularía para un segundo mandato, si bien antes  lo había desmentido.

Para justificar este cambio, afirmó que deseaba continuar su acción de reconstrucción, pues su país "tiene aún un largo camino  por recorrer", si bien dijo haber "conseguido reconstruir un buen  número de infraestructuras".

La mitad de las rutas en torno a la capital Monrovia fueron reconstruidas, la capital volvió a tener agua potable y  electricidad en varios barrios. Pero el desempleo afecta al 80%
de la población, y gran parte de ella vive en la miseria.

Según Lansana Gberie, analista especialista de Africa  Occidental que conoció a Ellen Johnson Sirleaf cuando ésta estaba  exiliada en Abiyán, "el problema que ella debe enfrentar", es la  reconciliación sobre todo entre los que nunca han salido del  continente y "la elite" descendientes de los esclavos que  volvieron de Estados Unidos para fundar Liberia.