Un partido que puede marcar un quiebre fue lo que sucedió en Parque Patricios, donde Huracán cayó de local por 3 a 1 frente a Olimpo. El "Globo" no pudo tener a sus hinchas porque debía cumplir la sanción por una pelea entre la barra y la policía. Sin embargo, de arranque eso no pareció pesarle a los locales, porque dominaban a un tibio rival como el visitante y encima contaron con la ayuda del árbitro Luis Álvarez, quien cobró un penal insólito por una falta que no fue y que le permitió a Agustín Torassa cambiar por gol. Hasta ahí, la película era una comedia para los de Néstor Apuzzo, pero en el complemento las escenas pasaron a ser de un filme de terror.

Y esto fue porque los locales dejaron de presionar y dominar al conjunto de Diego Osella, que con muchas ganas fue a buscar pese a todas sus limitaciones. Y su búsqueda tuvo premio, porque llegó al empate por intermedio de Nicolás Royón en una jugada fortuita con un tiro libre previo. El mismo sirvió para cortar con 778 minutos sin goles (el último gol antes de ese fue por la cuarta fecha ante Rosario Central, por la Fecha 4).

Pero eso no fue todo, porque además de sacarse toda la mufa de encima para convertir, al instante pasó a ganarlo con el tanto de Jonathan Blanco, quien dio vuelta la historia. Ya era un panorama complicado para Huracán y la frutilla del postre llegó en tiempo de descuento con el gol del delantero Gonzalo Klusener (primer tanto en el campeonato) para así cerrar el primer triunfo del "Aurinegro", que encima hizo más goles en 90 minutos que en 11 fechas que llevaba del certamen. De esta manera, Olimpo llegó a nueve puntos y Huracán suma ocho.