Colón ganó el primer partido de visitante en su vuelta a primera. Fue 3 a 2 ante Defensa y Justicia en Florencio Varela, luego de 90 minutos de ida y vuelta, con defectos groseros y virtudes para destacar en ambos equipos. Fue un partido muy atractivo. De esos que a los entrenadores más puristas no les gustan porque cada jugada es una ocasión de gol, sobre todo en el segundo tiempo, con el encuentro roto.

Y fue atractivo, no sólo por los goles, sino por las múltiples oportunidades marradas y por el despliegue ofensivo de ambos equipos, favorecido, por supuesto, por las carencias defensivas de ambos.

Colón sigue siendo un equipo con limitaciones, pero este lunes afloró el orgullo que tanto uno reclama. Ese orgullo para transpirar hasta el final e inteligencia para aprovechar los momentos favorables que se le presentaron.

Hubo un punto de quiebre en el partido que fue la expulsión de Tejera en un Defensa que ganaba y estaba más cómodo en el cotejo que los Sabaleros. A partir de la expulsión del defensor local, el rojinegro comenzó a jugar otro partido. Con más despliegue, con más desmarque para mostrarse al compañero y con más ambición para llegar al arco rival.

Alario lo empató antes del final del primer tiempo y Llama puso el 2-1 en el inicio del complemento, donde en compañía de Brian Romero y pinceladas de Ramírez se vio durante un rato una propuesta más abierta y hasta más generosa, aunque el equipo quedó descompensado en la marca en el medio. Entonces, estuvo tan cerca de ampliar la ventaja como de que el Halcón se lo empatara.

Hubo errores, distracciones… hubo yerros defensivos groseros y falta de puntería en Romero. Se salvó Broun, lo salvó el palo y de contra, el ex Acassuso, quien ingresó en el complemento y fue una de las grandes figuras de la noche, le sirvió en bandeja el gol a Lucas Alario que decretó el 3-1. Parecía definitivo, pero Alvarez, a cinco del final ,le puso suspenso al partido con el 3-2.

Fueron dramáticos los segundos finales. Ya en tiempo de descuento Matheu dejó de manera innecesaria a su equipo con nueve hombres y no quedó tiempo para nada más. Colón resistió, se aferró al triunfo con uñas y dientes, aguantó, sufrió y ganó. Por fin gritó victoria de visitante después de 10 partidos (desde octubre que no ganaba fuera de Santa Fe) y Javier López respira más tranquilo, como todos los Sabaleros.

Lo triste de la noche es que otra vez se amplió la enfermería: el parte medico habla de lesiones musculares en Guanca y otra vez Ramírez. Además, Conti llegó a la 5ta amarilla y no podrá estar ante San Martin el próximo lunes en Santa Fe.