Junta Médica: disidencia total de la querella sobre la hora de la muerte
Son trece los profesionales que firmarán el dictamen por la mayoría, los oficiales y el profesional que representa al informático Diego Lagomarsino, que coincidieron en señalar que Nisman murió entre el mediodía y la tarde del domingo 18 de enero pasado
Mientras que el de minoría sólo será firmado por los dos médicos que representan a la ex mujer de Nisman, Sandra Arroyo Salgado, los especialistas Osvaldo Raffo y Julio Ravioli.
Los forenses responderán a las preguntas de la fiscal Viviana Fein, que tienen como ejes cuándo murió Nisman y, si el mecanismo de muerte es propio de un suicidio o de un homicidio.
Los trece médicos de la mayoría respaldarán las conclusiones de la autopsia oficial que firmó Héctor Di Salvo, acompañado por Fernando Trezza. Según esa autopsia Nisman murió el domingo 18 de enero. Los forenses no dirían textualmente que el fiscal de AMIA se suicidó, pero darán las respuestas como para que la fiscal pueda determinar qué ocurrió ese día y por ende el futuro del expediente.
En cambio, los peritos de Arroyo Salgado darán la pauta de que a Nisman lo mataron, y que el hecho no ocurrió el domingo, como señala la pericia oficial, sino el sábado 17 de enero.
En otro punto controvertido, ambas partes coinciden en que no hubo espasmo cadavérico, y explicarán que Nisman soportó agonía hasta su muerte. Pero la discrepancia estará en que para los peritos oficiales ésta fue corta, en tanto que para los de la querella se extendió por mucho más tiempo, según informaron las fuentes consultadas.
La ausencia de espasmo cadavérico explica, según el informe mayoritario, el lugar en el que apareció el arma que causó la muerte del fiscal , debajo de uno de los hombros.
Si hubiera habido espasmo cadavérico, tal como consignó el primer informe de la autopsia, el arma hubiera quedado trabada con el dedo índice de Nisman, o muy cerca de la mano, explicaron.
Por otra parte, el viernes próximo se conocerán los resultados de los peritajes criminalísticos, que deberán ser leídos en conjunto con la junta médica.
Por los dictámenes anteriores, todo indica que cinco criminalistas posiblemente firmen el dictamen de mayoría: por la parte pericial de la Policía Federal están el balístico, el encargado de laboratorio, el coordinador y el médico policial, Horacio Sapag, profesor titular de Medicina Legal de la UBA. A ellos los acompañará seguramente Luis Olavarría, criminalista contratado por Maximiliano Rusconi, abogado de Lagomarsino.
Los peritos explicarían que las manchas de sangre fueron producto del sangrado por boca y nariz y cayeron sobre la bacha porque Nisman se habría quitado la vida de pie, frente al espejo. Para esta mayoría, la sangre cayó desde la altura de una persona parada. La puerta cerrada también resulta un indicativo de que no había nadie más dentro del baño, ya que realizar la operación de acomodar el cuerpo contra la puerta resulta imposible sin dejar vestigios de arrastre.
En disidencia quedaría Daniel Salcedo, criminalista de Arroyo Salgado, quien sostiene que Nisman fue llevado hasta el baño, obligado a arrodillarse y una persona le disparó desde atrás.
Los peritos de la querella consideran que a Nisman lo mataron el sábado 17 de enero, justamente cuando Lagomarsino estaba en Le Parc.