Impuestos, un dolor de cabeza que afecta a los empleados
Sueldo neto, bruto, escala progresiva y retenciones son términos que hace cinco años utilizaban unos pocos. Hoy, el tema tributario está al tope de las inquietudes de los empleados en una empresa, sin importar la posición ni el tipo de industria. La cuestión ha escalado a los primeros puestos en las encuestas de clima.
Para atenuar la ansiedad que genera el costo impositivo, imposible de entender para quien no está interiorizado con los laberintos tributarios, las empresas encaran diversas acciones que van desde asumir ciertos costos impositivos de sus ejecutivos hasta crear oficinas de asesoramiento.
Las consultas al área de RR.HH. no dejaron de aumentar en los últimos años, cuentan en Bosch Argentina. "Por la coyuntura es un tema que despierta enormes dudas", sostiene Fabián Patrignani, gerente de RR.HH. Una vez por año, en febrero, el área envía a todo el personal un instructivo sobre las deducciones permitidas por la ley, acompañado de una copia del formulario de la AFIP. También asesoran personalmente a quienes estén obligados a presentar declaración jurada. "Nos sentamos con ellos para cargarlas juntos. Yo lo hago con los gerentes. Tener una política de puertas abiertas y mantener informados a los empleados es nuestra principal recomendación", agrega.
En el proceso de ingreso de un nuevo empleado, le piden una constancia de la remuneración del trabajo anterior, "ya que aunque parezca increíble puede darse que una persona no entre en el impuesto por la remuneración que ganaba en su otro empleo".
En la tecnológica española Indra el tema ha cobrado enorme vigencia en la última encuesta de clima laboral. Los más preocupados suelen ser los técnicos e ingenieros de mandos medios. "Los de niveles altos siempre conocen a un contador o tienen colegas con quienes hablar del tema. Para la gente más joven esto es nuevo y nunca había sido un asunto para tener en cuenta", comentan en la empresa.
Es fundamental que el empleado sepa estimar de antemano el "salario de bolsillo", dice María Simón, directora en el área de Tax & Legal PwC Argentina. Para ello deberá tener en cuenta, en primer lugar, las retenciones obligatorias al régimen de seguridad social que ascienden al 17% de su sueldo y que se aplica hasta el tope de $ 43.202,17 (valor vigente desde marzo de 2015).
A fin de atenuar el impacto de Ganancias en el aguinaldo, plus vacacional, gratificaciones, bonus o cualquier otro pago extraordinario, "el empleador deberá prorratear la retención del impuesto entre el mes que se efectúa el pago de dichos conceptos y los meses que restan para concluir el año fiscal", dice la experta de PwC. "En estos casos será importante poner al empleado en conocimiento de esta situación, pues en los meses posteriores al cobro de estos importes, seguramente vea reducido su salario de bolsillo, dado que se le irán practicando las retenciones del impuesto aplicable sobre conceptos que cobró en meses anteriores", completa.
El aspecto impositivo también está complicando las búsquedas y elevando el benchmark de las remuneraciones. Cuando alguien hoy cambia de trabajo para ganar más, el gran tema es que Ganancias impacta de tal manera que no se percibe que el cambio de empresa valió la pena. "El esfuerzo de salir de una organización e ingresar en otra debe estar resguardado no sólo de la inflación, sino además de la quita impositiva y lograr ambas coberturas no es barato. La mejora en la remuneración ofrecida por la compañía no es percibida por el candidato. Y eso confunde a los ejecutivos y encarece el mercado de pases", dice Alejandro Masco, de Humanbrand.
"Si hoy gano $ 20.000 mensuales netos antes del impuesto a las ganancias y obtengo un aumento del 30%, mi neto de bolsillo no aumentará en la misma proporción puesto que mi impuesto a las ganancias habrá aumentado en un 69%, aproximadamente, mientras que mi aumento de bolsillo será sólo del 21,9%. Por tal motivo, si deseo que mi aumento de bolsillo sea efectivamente del 30% deberé gestionar un aumento de sueldo aun mayor", dice Adriana Piano, miembro de la división Impuestos de IDEA, quien admite que muchas veces esto resulta difícil para la empresa porque también representa un mayor monto de contribuciones patronales a abonar.
Algunas compañías acceden a devolver en forma anticipada el monto de percepciones del impuesto que sólo deben considerarse en la determinación anual, asumiendo el costo financiero, esto es, se hacen cargo de la devolución anticipada al empleado sin afectar el interés fiscal.
En otros casos, el empleado puede acordar una retribución neta del impuesto a las ganancias y el empleador se hace cargo del impuesto del empleado, lo que se denomina grossing-up. "Si bien esto implica un mayor costo para la empresa, puede ser deducido como gasto en la determinación de Ganancias de la compañía", afirma Piano.
En el caso de bonus o gratificaciones que se cobran cerca de fin de año, siempre es más conveniente para el empleado que el pago sea realizado los primeros meses del año siguiente: "El empleado se beneficia ya que el importe del bono se prorratea de su retención durante un nuevo ejercicio con la posibilidad de contar con adecuaciones en los mínimos y en las escalas; la empresa no se perjudica porque si el bono lo paga luego del cierre de ejercicio, pero antes del vencimiento de su declaración jurada, resulta igualmente deducible como gasto", acota la profesional de IDEA..