Pasadas las 18 de ayer, la planta baja completa del Espacio Cultural Universitario (ECU) aplaudió de pie el emocionante discurso de Estela Barnes de Carlotto, quien recibió el título de Doctora Honoris Causa por parte de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo fue distinguida por su vida entregada a la lucha por la verdad, la memoria y la justicia. Con una luz única, un aura que potencia la claridad expresiva de sus 84 años, y un mensaje conciliador que se animó a construir entre pérdidas, llenó el salón de frases sugerentes que apelaron a recuerdos de etapas oscuras del país, pero siempre a través del amor como principal herramienta de recuperación. Una mujer de lucha, que transmite paz.

“Para mí, cada nieto recuperado es un premio Nobel”, señaló Estela cuando le comunicaron que su labor fue propuesta otra vez para ese reconocimiento internacional. “Ya llevamos 116 Nóbeles en esta lucha de 38 años. Ahora, los nietos son la posibilidad de continuar esta búsqueda de justicia social”, resaltó.

El título que le otrogó la UNR fue propuesto a principios de este año por la Facultad de Humanidades y Artes, y aprobado por unanimidad oportunamente por el Consejo Superior de la Universidad. “Este es un mimo exagerado que ayuda a seguir este camino. Es un honor recibirlo de esta universidad. Es un reconocimiento personal, pero lo refiero al trabajo de las Abuelas”, agradeció ante una multitud.

En la vibrante ceremonia, que fue encabezada por el rector de la UNR, Darío Maiorana, la referente de Abuelas reconoció que “en 38 años de lucha, nunca pensé que iba a pasar por todo esto”. Pero, al mismo tiempo, se asumió como una mujer normal. “No soy una iluminada. Soy una mujer común que hago lo que puedo, lo que debo y lo que siento. Y todo el dolor que tengo no pudo apagar el deseo de reivindicar la vida”, se sinceró.

Durante la charla, Estela comentó que “a los 80 años me dí cuenta de lo corto de la vida y le pedí a Dios que no me deje morir sin poder abrazar a mi nieto. Y ahora, ya con Guido a mi lado, le pido a Dios dos cosas más: que me dé bastante vida para seguir abrazándolo, y que las otras abuelas tengan la misma posibilidad que yo”.

En tanto, se encargó de resaltar que “en la Argentina es posible vivir en paz, a pesar de las diferencias” y que “todos queremos una patria igualitaria”. Y a la vez advirtió: “No van a poder diezmar a un pueblo en paz y en la democracia más larga de la historia. Por suerte, hay una juventud activa, comprometida y que no va a dejar que esto caiga”.

Y fue por más: “El salto que hubo en el país es muy positivo y no tiene retorno. Creo que más allá del que gane la presidencia, se continuará con este camino. Además, no vamos a permitir un paso atrás, con cualquier gobierno que venga”.

Al momento de ser consultada por la etapa previa a elecciones en el país, aclaró que no apoya “ningún partido político. Sólo las cosas buenas, vengan de donde vengan. No tomo posicionamiento con los que se presentan ahora. Lo que sí me gustaría saber es qué proponen todos los candidatos con respecto a los derechos humanos”.

Y para finalizar, ante una platea que la siguió con gestos de admiración, Estela apeló a la nobleza y la sensibilidad que emanan de su corazón: “A pesar del dolor que tengo y que arrastraré siempre, siento que en la vida pude dejar algo para que algunas cosas no vuelvan a pasar. Por eso, gracias a la vida, gracias”.

Guido, un fruto de la perseverancia y del amor. Durante la conferencia abierta que se desarrolló en el ECU (San Martín 750), Estela de Carlotto le guardó un lugar muy especial de consideración y referencia a su nieto Guido, el hijo de su hija mayor Laura, que fue recuperado hace menos de un año. “Guido es lo más maravilloso que me sucedió. Es fruto de la perseverancia, de la tozudez y fundamentalmente del amor”, destacó visiblemente emocionada por esta aparición que revolucionó su vida.

“Pero sé que no estuve sola en esta lucha. Siempre sentí el apoyo de toda la sociedad argentina. Por eso siento que Guido es el nieto que buscamos todos”, confió con los ojos vidriosos.

Cuando tocó el tema, Estela tomó envión y se dio tiempo para contar detalles de su relación con su nieto. “Realmente estoy muy feliz con él. Siento que nos estamos relacionando muy bien. Hace un mes fue su cumpleaños y lo celebramos en su pueblo, con las dos abuelas, familiares y muchos amigos”.

Y agregó: “La verdad es que fue un festejo muy especial, sabiendo quién es. Dijo que cumplía su primer año y tenía el 114 en la camiseta”.

En tanto, la salida a la luz del caso de Guido, remarcó que “fue una noticia que ayudó mucho en nuestra lucha, ya que conseguimos nuevas denuncias, llamadas y gente que se arrimó para acercar sus inquietudes. Evidentemente, animó a mucha gente que tenía cosas guardadas”.

Asimismo, la referente de Abuelas aprovechó ocasión para enfatizar que estás búsquedas continúan. “Yo digo que los jóvenes que tengan dudas sobre su identidad, que vengan a la institución. Los vamos a tratar con mucho amor”.