En lo que busca ser una señal hacia la justicia de los Estados Unidos, la empresa Torneos echó a once de sus ejecutivos más importantes, nombró a su nuevo gerente general y contrató a una firma de contabilidad forense para fortalecer sus controles tras el FIFAgate , el escándalo de coimas que sacudió al fútbol mundial.

El directorio de Torneos tomó hoy esa decisión, como parte de un "reacomodamiento del management" local, según reconstruyó LA NACION, que implicó la salida de los ejecutivos más cercanos al ex CEO de la compañía, Alejandro Burzaco ,bajo arresto domiciliario en Bolzano, Italia, y a la espera de su extradición a Nueva York.

Torneos designó, además, como su nuevo gerente general a Alejandro Galarza, un abogado con experiencia profesional previa en Estados Unidos y América Latina, que combinará fuerzas con la consultora FTI Consulting, cuyo rostro visible en la Argentina es un experto en contabilidad forense y litigios.

"La purga de ejecutivos termina acá y no tiene nada que ver con la auditoría interna que comenzó a principios de junio", indicó a LA NACION una fuente al tanto de las decisiones que se tomaron desde esta mañana.

Los ejecutivos desplazados abarcan al reemplazante interino de Burzaco como CEO, Juan Ripoll, y los colaboradores más cercanos de ambos. "De Ripoll para abajo, entiendo que no queda nadie", indicó a LA NACION un segundo informante.

Aunque desde la compañía buscaron acotar los alcances de la decisión adoptada por su directorio, la purga recuerda a lo ocurrido en la filial local de Skanska, la multinacional sueca que acorralada por una investigación judicial en ciernes echó a sus ejecutivos y reconoció ante la Justicia la existencia de "comisiones indebidas".