El resultado siempre importa. Ganar es importante pero no es nunca lo único. También es fundamental el "cómo". Es una trampa artera y maliciosa preguntar: ¿Qué preferís, ganar jugando mal o perder jugando bien? Es como si preguntáramos, ¿Qué preferís ganar plata laburando mal, o hacer bien tu trabajo pero no ganar un peso? Un absurdo por dónde se lo mire. O cómo se está más cerca de aprobar un examen: ¿Estudiando todas las unidades de la materia, o sólo algunas, especulando… y esperando que el “Barba” nos haga un guiño?

Está claro que se está más cerca del triunfo jugando bien, de ganar dinero haciendo bien lo que se nos encomendó o aprobar el examen estudiando todo lo indicado. Nada que no sepamos si no entramos en la trampa de los voraces refutadores de equipos, rivales, resultados y sus circunstancias.

Claro, que como siempre toda regla tiene su excepción y el destino a veces te la deja servida. Difícilmente sólo con eso se ganen campeonatos, te mantengas en la categoría o apruebes todas las materias de la carrera. Lo triste es que cada vez se encolumnen más adeptos detrás de esas “excepciones”.

Uno busca siempre alcanzar el éxito, pero elige el camino, y en ese recorrido está gran parte del valor del viaje. Acaso, porque será que para muchos interesados por los "cómo", viajar no es sólo llegar! O me van a decir que es lo mismo ganarle a Uruguay (1-0), Jamaica (1-0) y Colombia (por penales), qué esta victoria ante Paraguay.

Incluso, en esto de entender y priorizar lo bueno del contenido para llegar al resultado (NO por sobre el resultado), digamos que la figura de ataque de nuestra selección fue Lionel Messi, sin haber hecho ni un tanto de seis; siendo el aclamado goleador que es y nadie duda... ¿Imagino que nadie, no?

Siempre importa el CÓMO, por eso nos ilusionamos hoy con ser campeones. Es que si jugamos la final como esta noche… Chile sabrá si necesitará de alguna excepción o “mano extra”, para detener a un equipo que nos volvió a gustar, seducir, enamorar, nos hizo gozar… o al menos lo intentó en gran parte de los 90 minutos.

"El ganar como sea se celebra en la cancha y se olvida después". De esta noche, de esta goleada, no te vas a olvidar tan fácil si sos argentino, y mucho menos si sos paraguayo o chileno, porque hasta ellos también lo padecieron. Debemos estar tranquilos, porque si bien a nosotros nos falta un plato más para estar llenos, esta noche disfrutamos de un exquisito banquete.

Mi siempre romántica añoranza, tiene cada día que pasa una mayor dosis de melancolía por aquel fútbol que nos parió, que tanto nos identificó. No teman, algún que otro 6 a 1 de vez en cuando nos besa en la boca... Y aunque mis piernas se divorciaron de la cabeza hace ya mucho tiempo, les aseguro que esta noche “tiré” más de una gambeta a la par de Messi, encaré por izquierda junto a Di María, armé una pared con Pastore y definí a la par Agüero. Estoy acalambrado y ya pedí el cambio. Una clara evidencia que estoy fuera de estado, pero más vivo que nunca, y no tan viejo como suponía hasta ayer. Y pensar que a algunos sólo les importa ganar, no importa cómo. Pobre de ellos!!!