El Gobierno de Yemen asegura que ha matado a un líder de Al Qaeda

El ministro de Defensa de Yemen afirmó hoy que el Ejército de su país ha matado al clérigo Anuar el Aulaki, nacido en Estados Unidos y que llegó a ser señalado como posible sucesor de Osama Bin Laden a la cabeza de la organización terrorista Al Qaeda. El Aulaki estuvo implicado en el intento de pone una bomba en un avión estadounidense en 2009.

“El terrorista Anuar el Aulaki ha muerto junto con algunos de sus compañeros”, dijo el ministro en un mensaje de texto enviado a un periodista.

Tras la operación de un comando de élite estadounidense en la ciudad paquistaní de Abbottabad que acabó con la vida de Bin Laden el pasado 2 de mayo, Aulaki, de 40 años y origen yemení, fue uno de los dirigentes de Al Qaeda que se barajó para colocarse al frente dela red terrorista, aunque finalmente fue desbancado por el egipcio Zaiman al Zawahiri.

De momento, la muerte del terrorista la ha anunciado el Gobierno de Ali Abdulá Saleh, que hasta ahora había sido reacio, pese a las demandas de EEUU y a la fuerte recompensa ofrecida por El Aulaki, a atacarle, en parte, porque el padre de Anuar es un destacado miembro del partido gobernante y los Aulaki tienen lazos familiares con el primer ministro Ali Mohamed Muyur.

Tal vez una de las razones por la que ahora el Gobierno yemení ha decidido acabar con el dirigente de Al Qaeda es la situación de extrema debilidad que atraviesa, después de mese de protestas contra la permanencia de Saleh en el poder y la resistencia del presidente a dejar el mando.

El Aulaki era muy activo en las redes sociales y en Internet, herramientas que utilizaba para colgar vídeos que incitaban a la lucha contra los no musulmanes y para airear sus discursos radicales y llenos de odio. El Gobierno norteamericano exigió hace un año que Youtube eliminara todos los llamamientos a la violencia de este dirigente de Al Qaeda.

El Aulaki, que tras regresar a Yemen a los siete años de edad volvió a EEUU a estudiar, se radicalizó al unirse durante los veranos de sus vacaciones universitarias que dedicó a la lucha contra la invasión soviética de Afganistán. El estudiante se unió a los muyahidin que financiaba la CIA y Arabia Saudí.