Unión Pro arma una estructura propia para fiscalizar la elección primaria

El macrismo intentar construir su esquema para el 9 de agosto. Diseñan una aplicación especial para celulares.

El jueves por la tarde, en la sede nacional del PRO, Balcarce 412, unos 40 dirigentes se reunieron para lanzar oficialmente las tareas de fiscalización en todo el país. Allí, Paula Bertol, la directora de la Escuela de Gobierno, presentó el "Instructivo para Fiscales de Mesa. Elecciones 2015" –un folleto color que en diez páginas intenta explicar cómo cuidar "lo que la gente eligió ese día" – y una "Guía para el día de la elección", resumen del anterior, en blanco y negro, para tener a mano el 9 de agosto.

En el encuentro estuvo lo más granado del PRO, desde el jefe de campaña, Marcos Peña, hasta la líder de Unión por Todos, Patricia Bullrich, pasando por el secretario de Transporte y el ministro de Educación, los eficientes Guillermo "Guillo" Dietrich y Esteban Bullrich y el vicepresidente del Banco Ciudad, Juan Curutchet, por nombrar algunos.

Los convocó una preocupación que hasta las elecciones en Santa Fe no tenían: organizar la capacitación de fiscales propios en todo el país, sobre todo en el conurbano de Buenos Aires, donde vota el 23 por ciento del electorado.

Creer o reventar, el partido del candidato opositor que mejor mide en las encuestas no creyó que era necesario tener una estructura nacional con la que garantizar que cada voto que obtengan sea contabilizado. Y no porque nadie los haya alertado. Hace por lo menos un año que desde distintos ámbitos, políticos y empresariales, les vienen acercando ideas en ese sentido. Pero un poco por eso de que "las estructuras políticas no cuentan" en estos tiempos y también porque confiaban en que los partidos aliados y el sindicalismo harían ese trabajo, se dejaron estar.

El fallido operativo santafesino les hizo caer en la cuenta de que a los voluntarios que se anotaron por Internet hay que chequearlos y que el tiempo que insume esa tarea es mayor que una capacitación en el lugar de votación. Además, aprendieron que los sindicalistas son muy buenos para defender a los trabajadores del gremio pero absolutamente inexpertos para fiscalizar elecciones. De paso, tomaron nota que los radicales están realmente enojados con el PRO, molestos porque se los destrató apenas terminado el esfuerzo de la Convención de Gualeguaychú, y no piensan hacer nada para defender candidatos que sienten ajenos.