n difícil escenario para el kirchnerismo se escribía anoche en Santa Cruz. Al cierre de esta edición, con el 92% de las mesas escrutadas, Máximo Kirchner era derrotado por una leve diferencia en una elección muy cerrada y de resultado incierto. Con 44,6% de los votos, el hijo de la Presidenta, candidato a diputado nacional, quedaba relegado al segundo lugar detrás de la alianza opositora, que obtenía el 47,7%.

Pero con un resultado aún incierto, anoche nadie festejaba con demasiada euforia. Tanto el kirchnerismo como la alianza opositora se atribuían el triunfo. Los datos extraoficiales coincidían en que el kirchnerismo había sufrido una derrota contundente en Río Gallegos, pero iba a la cabeza en el resto de la provincia.

En Santa Cruz, la alianza opositora está integrada por la Unión Cívica Radical y el Frente Renovador de Sergio Massa, que disputaban la interna con candidatos propios, representados por el radical Héctor Roquel, quien se impuso al massista José Blasiotto. Desde el búnker del frente comandado por Eduardo Costa consideraban que en la sumatoria de votos vencieron al hijo de la Presidenta; sin embargo, también eran cautos los festejos.

El FPV armó su búnker en el histórico comando de Néstor Kirchner, sobre la avenida que lleva su nombre. Allí interpretaban que Máximo había sido el candidato más votado, y eso era motivo de festejo desde temprano; incluso los hombres de La Cámpora se animaban a asegurar que los votos del massismo en octubre iban a sumarse al FPV. Esa versión fue desestimada por José Blasiotto, referente de Massa, quien dijo a LA NACION que "el nuevo frente electoral le ganó al kirchnerismo" en Santa Cruz.

Pasada la medianoche, Máximo Kirchner llegó al comando del Frente para la Victoria y anunciaba su propia victoria, sin cámaras de la prensa nacional presentes y asegurando que la diferencia de su candidatura era por más de 10 puntos. "La diferencia que obtuvimos fue muy clara, los hemos superado por 11 puntos en toda la provincia. El candidato del FPV (por él mismo) sacó 42 o 43 puntos; el de Mauricio Macri (por el radical), 32 puntos, y el de Massa, 14 puntos", explicó el hijo de la Presidenta.

Después de tres horas de espera, las cámaras de los medios nacionales quedaron afuera y Máximo desistió del contacto con ellos. Ante la militancia hizo un discurso emotivo, pero después no hubo caravanas ni otros festejos.

"Durante 12 años quien les habla soportó que se dijera cualquier cosa en silencio, soportó la agresión, la estigmatización y la mentira sistemática constante, la calumnia y la injuria", afirmó un Máximo eufórico. Aseguró que en octubre el kirchnerismo triunfará en Santa Cruz.

La derrota de Máximo fue contundente en Río Gallegos, donde Roquel sacó una amplia mayoría.

Dos horas antes que Máximo Kirchner, ya desde el Frente Unión para Vivir Mejor anunciaban el triunfo. "Hoy le ganamos a Máximo; le ganamos a La Cámpora; les ganamos a Peralta, a Alicia; les ganamos a la corrupción, a los negociados, al aparato, a los punteros, al mensaje de que no es posible generar trabajo; le ganamos a la vieja política, que sólo propone más de lo mismo", afirmó Roquel, quien se consolidó como candidato a diputado nacional..