Los prematuros estarán en "neo" con sus padres
El decálogo del prematuro establecido por Unicef Argentina el año pasado lo establece en su punto número 9: "El recién nacido prematuro tiene derecho a ser acompañado por su familia todo el tiempo", una necesidad que fue históricamente vulnerada y que ahora se respeta en las maternidades públicas de Rosario, aliviando la angustia de los padres y facilitando la recuperación de los niños.
El anuncio fue realizado ayer por un equipo de profesionales de Salud Pública municipal, quienes esgrimieron con orgullo que "en todas las áreas de neonatología de los hospitales municipales y provinciales de la ciudad, los bebés que deben permanecer internados pueden estar acompañados por sus padres el tiempo que sea necesario". Antes, los padres sólo podían tener contacto con su hijo dos veces al día en horarios estipulados, algo que aún sucede en la mayoría de las instituciones del ámbito privado.
Vanesa Ríos, neonatóloga de los hospitales Roque Sáenz Peña y Centenario y una de las referentes de Unicef en Rosario, aseguró que "se le está garantizando a los papás el ingreso irrestricto a la sala para que puedan acompañar a sus hijos", y agregó: "Ya no somos más los dueños del bebé", dando cuentas del cambio de mentalidad que tuvieron que hacer los profesionales y asistentes de las áreas de neonatología para poner en marcha este nuevo modelo de atención.
El objetivo no demandó inversiones extra. Carlos Preis, neonatólogo del hospital Centenario, destacó que "se consiguió con conciencia y buena voluntad por parte de las autoridades de Salud, médicos y enfermeros".
Una investigación de Unicef realizada en Argentina, y que se dio a conocer en 2010, reveló que el derecho del niño hospitalizado a permanecer junto a su familia es uno de los más vulnerados en todas las neo del país. Por eso, este año, la Semana del Prematuro que se conmemora a partir de domingo está centrada en el cumplimiento de este aspecto, que los médicos califican como "indispensable" para una mejor recuperación de la criatura.
Necesario e indiscutible. Un bebé precisa del amor y los cuidados maternos desde su nacimiento, e incluso antes, para que pueda crecer física y emocionalmente de acuerdo a sus posibilidades. Sin embargo, las reglas históricamente impuestas por las instituciones médicas públicas y privadas de Argentina dictaminaron que un bebé nacido antes de tiempo o con un problema de salud es "mejor atendido" sin la "interferencia" permanente de sus padres.
Así, abundan las historias de niños internados — algunos durante meses— a los que se les permite el contacto con su mamá y papá durante pocas horas por jornada. Una exigencia que se choca con lo establecido en 1986 por el Parlamento europeo, que firmó la Declaración de los Derechos del Niño Hospitalizado y en la que se establece que "los niños en el hospital tienen el derecho de estar junto a sus padres o a un sustituto de los padres, todo el tiempo que permanezcan internados".
En Rosario se está trabajando desde hace años en maternidades seguras y centradas en la familia. Por eso se habilitó en las maternidades públicas la posibilidad de que las parturientas estén acompañadas durante el preparto y el parto, a lo que ahora se suma el ingreso irrestricto de la mamá y el papá en las salas de neonatología.
"Trabajamos mejor cuando los papás están presentes, cuando el bebé puede tener contacto directo con la piel de su madre; aún en chiquitos de alto riesgo siempre es posible encontrar el modo de que pueda sentir a su mamá cerca", enfatizó Alicia Vivas, enfermera del Hospital Eva Perón, de Granadero Baigorria.
María de los Angeles Salazar, jefa de enfermeras de la maternidad del Roque Sáenz Peña, lo explicó de este modo: "Hasta en los procedimientos médicos invasivos, como puede ser colocar una vía para un suero, es más fácil hacerlo con la mamá cerca; porque las liberamos de los temores y fantasmas que existen sobre lo que le hacemos a su hijo. Y sobre todo, le damos a ese bebé, que está siendo sometido a un montón de prácticas que pueden ser dolorosas, lo que más necesita en el mundo: el contacto con su madre".