En vísperas de la celebración del Día del Niño en el país, Sebastián Waisgrais afirmó por LT10 que “en los últimos años Argentina viene avanzando de forma muy positiva en sus diferentes políticas hacia un mayor cumplimiento de los derechos de la niñez y la adolescencia”.

En ese sentido, especificó que la inversión es “considerable” en relación al presupuesto de “áreas tradicionales como educación y salud, pero también en temas vinculados a la protección social”, como por ejemplo la Asignación Universal por Hijo.

De todas formas, sostuvo que “quedan todavía muchos desafíos”, y entre ellos enumeró el de “contar con políticas y programas que mejoren la situación de la primera infancia, el de implementar acciones más planificadas para reducir la mortalidad materna, y el de hacer que la escuela secundaria no excluya a los jóvenes”. Pero además, apuntó a los “temas de protección” como “el núcleo de los desafíos”: aquellas problemáticas que implican una mayor vulneración de derechos: violencia, trabajo infantil, abuso, etc.

Asimismo, hizo especial hincapié en “la primera infancia y la adolescencia”, que constituyen para él “los cuellos de botella” para el Estado. En el primer caso, sostuvo que “se necesita más oferta de servicios (educativos, sobre todo) de calidad para los niños de 0 a 3 años”; y en el segundo caso, “los problemas son múltiples: los jóvenes están fuera de la escuela y resulta complejo reintegrarlos, está el embarazo adolescente (uno de cada cuatro bebés nace de una madre menor a 18 años)”, y otras tantas situaciones.

Santa Fe
Waisgrais destacó ciertas acciones del gobierno santafesino vinculadas a la defensa de los más chicos. En primer lugar, destacó que es la única provincia que cuenta con una defensoría de niños, niñas y adolescentes. “Lo interesante es tener organismos de control de las políticas públicas”, remarcó. También resaltó el trabajo del área de Cultura y de promoción de la participación de los jóvenes.

Sin embargo, señaló que hay “situaciones muy preocupantes”, como la “explotación de niños y adolescentes por parte de economías delictivas” (fundamentalmente el narcotráfico).