Osvaldo Aymo, integrante del Consejo Consultivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, sostuvo por LT10 que “el alcohol cero al volante no dio resultado en ningún país del mundo”, y señaló que el último informe de la Organización Mundial de la Salud no refiere a esa iniciativa, sino a las “buenas prácticas” al volante.

En ese sentido, comentó, la entidad hace hincapié en Suecia, que permite un 0,2% de alcohol en sangre y es ejemplo. En cambio, Rumania y República Checa tienen alcohol cero, pero en ambos territorios aumentó un 25% la mortalidad en 2014. Esto se debe, explicó el ex funcionario provincial, a que el primero de los países nombrado “tiene entre 300 y 400 controles cada mil habitantes”. “Vos podés tener una ley que ponga menos diez, pero si no hacés controles estás al horno”, remató.

“No pudimos con el 0,5 porque no hicimos controles. ¿Quién te para en una ruta de Santa Fe para hacerte un control de alcoholemia? Es más, ¿quién te para en una ruta de Santa Fe?, criticó.

En cuanto a la nueva licencia única de conducir, Aymo opinó que “va a contribuir en mucho, pero tenemos un montón de cosas previas que hacer”. Cuando España la implementó tenía 35 años de trabajo ininterrumpido en torno a la seguridad vial como política de Estado.
Alemania empezó su programa en el ‘70 y puso el carnet en 1999”. Mientras tanto, en Argentina hay localidades que siguen otorgando los carnets viejos, no hay registro de antecedentes de tránsito y no está creada la autoridad de aplicación, por nombrar algunas de las cuestiones previas a solucionar.

Finalmente, Aymo dijo que la problemática de la infraestructra vial es determinante. “Otro paradigma perimido es aquel que dice que en un accidente el 90% de la responsabilidad está en el factor humano, el 5% en la infraestructura y otro 5% en el factor vehicular”, finalizó.