"Quiero volver a mi niñez", por Gustavo Mazzi

 Quiero volver a mi niñez. Es que “el espejo no miente, me veo tan diferente… y hoy el ritmo de la vida me parece mal”.

Deseo profundamente volver el tiempo atrás para sentarme sin horarios a jugar con mi mamá a la Casita robada, el “Tutti Frutti” o a la Generala.

Quiero salir a la hora de la siesta a remontar el barrilete sin temer a que me lleve La Solapa. Ir a la canchita a jugar un barrio contra barrio, ya sin temor a perder porque el arco de ellos es más chico

Quiero por un instante volver a robarle unos nísperos a la Señora de a la vuelta, porque aunque le moleste, ya sé que jamás va a llamar a la policía por una travesura de chicos. Y jugar al tenis en el pavimento, tirar paredes con el cordón de la vereda y hasta mezclarme en una rayuela que jamás hará perder mi masculinidad .

Quiero volver a mi niñez… para tener revancha y poder ganarle un “gol entra” o a las figuritas a mi hermano mayor. O para enseñarle al menor como se encastran los “rasti” aunque se empeñe en querer tirar todo cuando estoy a punto de terminar mi obra maestra.

Quiero volver a mi niñez… para poder jugar al “yoyo” y hacer de una vez por todas esas piruetas que tanto me costaron. O para no tener que hacerme trampas jugando a ese “Solitario” que nunca me permitió llegar a un final feliz.

Quiero volver a armar el karting con el Nono luego de tanto buscar una tabla que aguante y los rulemanes tan necesarios y difíciles de conseguir, y así salir al pavimento emulando ser un Fangio de entrecasa.

Quiero volver a ser aquel pibe que jugaba a verdad o consecuencia (aunque no metía un beso ni de casualidad) o al semáforo, para que de una vez por todas me hagan un guiño “rojo”, y así poder besarla a ella en la boca, y luego “pedirle arreglo” escribiendo una carta que llegará perfumada con gusto a “Internazionale” (azul)

Quiero volver a mi niñez… a jugar a la escondida, al “alto”, las balitas, al hoyo pelota, y hasta sostener el elástico con tal de compartir un instante de ilusión. Y quiero volver a jugar al carnaval y mojarnos sin protestar.

Quiero ir a la zanja de la vía a cazar sapitos con cola y sentarnos más tarde a jugar al “veo veo”. Y también poder correr una carrera de bicicletas en la “Plaza Las Banderas” aunque nos de terror cruzar el puente.

Quiero ser otra vez un niño para ir de la mano con mi viejo al “Baby fútbol” y después del partido tomarme una Crush con él. Quiero el chocolate caliente en casa de la nona Herminia “el día del niño”, y para ir a la kermes de la escuela a ganarme un kilo de arroz tirándole con una media a los tarros.

Quiero volver a ser niño… para aprender a ponerle el cartucho de tinta a mi lapicera a plumas sin ensuciarme los dedos y luego armar con tiempo el portafolios. Y para ver los dibujitos sin tener que abandonarlos un segundo porque la vieja grita “para cuándo las tareas”.

Quiero volver a mi niñez para… no tener que dormir la siesta a coscorrones y poder ir a la costanera en pleno verano a cazar chicharras y bañarnos en el “Descanso” o “El Galeto de Oro”.
Y también quiero volver a mi niñez y poder cambiarle el dial de la spika a mi abuelo futbolero y salir corriendo sin que pueda alcanzarme jamás. O para sentir que su viejo combinado (con toca discos incluido) suena todavía impecable en las fiestas de fin de año.

Quiero volver a mi niñez para ir al kiosco de Mari con un poco más de dinero y volver con una bolsa llena de “gomitas”, caramelos “Fizz” y “media hora”, gallinitas, chicles Bazooka o Jirafa, una tirita de Mielcitas y hasta un par de paquetes de masitas Manón.

Quiero que vengan los chicos a la Pelopincho, ver el Capitán Piluso, Rin Tin Tin, Súper Hijitus, Tarzán, Abbot y Costello, Los Tres Chiflados… y salir a jugar un “parada, pateada, mareada” en la calle… y luego poder ir todos juntos a los corsos de la avenida.
Y quiero por la noche sentarme a ver con mi papá el Gran Chaparral, Bonanza o el osado Show de Benny Hill

Quiero volver a mi niñez para comprar Billiken y Anteojitos, esperar ansioso El Gráfico, Goles o La Deportiva. Para leer el libro Gordo de Petete, Condorito, Patoruzú y las Locuras de Isidoro. Para repasar una vez más: Platero y yo, Veinte mil leguas de viaje submarino, Sandokán (el Tigre de la Malasia) o Crines al Viento.

Quiero disfrutar de la gran mesa familiar con tantos que ya no están… Quiero volver a mi niñez para seguir alimentando mis sueños de hermandad, de solidaridad, de justicia social. Quiero volver a jugar con barquitos de papel en plena lluvia y no ver a mis vecinos implorar que pare, porque su patrimonio “hace agua” si no escurre rápido. Quiero volver a creer en el poder de la sonrisa, del abrazo y de la palabra.

Quiero volver a mi niñez…para conservar la pureza, la inocencia, los colores inmaculados. Quiero el negro del Zorro y no del futuro aciago; el amarillo del tractor y no de una prensa sensacionalista; el rojo del “Caballero” de Titanes en el Ring y no de tanta sangre derramada por la violencia. Quiero el blanco de la novia y de la paz, el verde esperanza, el azul del cielo y el rosado del primer vestido de la chica más linda de mi cuadra.

Quiero volver a mi niñez porque lo que uno ama en la infancia se queda en el corazón para siempre. Porque la verdadera patria que tiene el hombre, es su infancia. Hoy más que nunca comprendí que los hombres no dejan de jugar porque envejecen; envejecen porque dejan de jugar.

Feliz día para todos los niños de alma, con cuerpo y aspecto de
grandes. He llegado por fin a lo que tanto quería ser de mayor: apenas un niño.
Hoy quise volver a mi niñez por un instante… “El frío de mi cuerpo pregunta por mi niñez, y no sé dónde estás. Es que, si no se hubiera ido sería tan feliz”.