Berlusconi, más complicado por el escándalo de las fiestas privadas
En el ambiente de final de reinado que se respira en Italia desde ya hace meses, en el cual el premier, Silvio Berlusconi, aparece cada vez más débil -ya sin el apoyo de los industriales e incluso de la Iglesia, que denunció sus "actos licenciosos"-, un nuevo golpe de escena lo ha puesto aun más entre las cuerdas.
Giampaolo Tarantini, el joven empresario de Bari que saltó tristemente a la fama hace poco más de dos años por ser el hombre que reclutuba las chicas para sus escandalosas fiestas privadas -entre ellas, Patrizia D'Addario-, fue excarcelado.
Tarantini había sido arrestado el primero de septiembre pasado luego de haber sido acusado por la fiscalía de Nápoles de haber extorsionado a Berlusconi. Pero los jueces del tribunal de Nápoles que reexaminaron el caso, dieron vuelta todo. De victimario, Tarantini pasó a ser víctima. Los magistrados llegaron la conclusión de que Tarantini no es punible, sino que, en todo caso, recibió dinero de parte del Cavaliere para mantenerse en silencio. Y fue inducido a mentir ante la justicia por el mismo Berlusconi, que ahora corre el riesgo de ser indagado por este delito, el enésimo juicio que podría abrirse en su contra. Berlusconi, que mañana cumplirá 75 años en su peor momento político, ya está siendo procesado por instigación a la prostitución de menores y abuso de poder por el caso Ruby -la menor marroquí con quien tuvo una relación y a quien ayudó a salir de la cárcel-, por corrupción y por fraude en la compra venta de derechos televisivos.
Según los jueces de Nápoles que decidieron excarcelar a Tarantini "Silvio Berlusconi era plenamente consciente" de que la chicas que le llevaba el joven empresario a sus residencias "eran escort". Si Berlusconi en los últimos dos años le dio inmensas sumas de dinero al joven empresario no se debió a extorsiones, sino a que "compraba su silencio", induciéndolo a declarar falso testimonio ante la autoridad judicial. Berlusconi siempre se negó a ir a declarar como testigo en la causa Tarantini, como parte ofendida. Aunque sí admitió haberle dado a "Giampi" y a su esposa unos 700.000 euros por "motivos de beneficiencia", ya que, según el premier, se encontraban en una difícil situación económica.
Según los magistrados, en verdad Berlusconi le ordenó mentir a Tarantini, que también se encuentra indagado desde hace dos años por la fiscalía de Bari por el delito de instigación a la prostitución. Fue justamente en la ciudad de Bari donde la famosa escort, Patrizia D'Addario, salió a denunciar en 2009 que había pasado una noche con Berlusconi en Palazzo Grazioli, su residencia romana, a la que había llegado de la mano del joven y ambicioso empresario.
El Cavaliere siempre se defendió diciendo que no sabía que las chicas que le llevaba Tarantini a sus residencias eran escorts. "Yo nunca pagué por una mujer", siempre dijo Berlusconi, culpando del escándalo a Tarantini, que nunca desminitó tal versión.
"Lo siento que no te haya pagado nada, pero mira, es la primera vez que pasa, yo le habré llevado cien mujeres", le dijo Tarantini a D'Addario en un pasaje de una conversación telefónica interceptada, en la que la prostituta se quejaba de no haber recibido del Cavaliere ningún sobre con dinero, a diferencia de otras chicas. Tal escucha según los magistrados demuestra que Berlusconi era totalmente conciente de que las chicas que le traía Tarantini a sus residencias eran prostitutas.
Sabina Began, actriz y showgirl considerada "la abeja reina" del harén de Berlusconi -también bajo investigación por instigación a la prostitución-, indicó lo contrario. "Le habría dado asco a Berlusconi(saber que las chicas eran escort), yo traté de ponerlo en guardia, pero le hacían perder la cabeza", aseguró en una entrevista con Vanity Fair. En la misma, la vedette contó su primera noche de amor con Berlusconi, el 29 de septiembre de 2005, cumpleaños del Cavaliere, en Cerdeña. "Me susurraba al oído, era como si me hipnotizara. Yo estaba enamorada, fue el único hombre que me hizo sentir mujer", confesó..