Unión otra vez entró dormido y se volvió derrotado de Victoria

En el estadio 'José Dellagiovanna' el Tate perdió de visitante 2 a 1 frente al Matador. Los goles del local fueron convertidos por Luna y Sánchez antes de los 13 minutos del primer tiempo. Descontó Malcorra de penal a los 41´ de la etapa inicial.

Cuando en tres de los últimos siete partidos te convierten dos goles en los primeros 17 minutos de juego, más que una cuestión azarosa, esto es un gran defecto defensivo del equipo. Pasó con Gimnasia, también con Racing (el fin de semana pasado) y este domingo ante Tigre, que en el balance general fue un poco más que el elenco de la avenida López y Planes

Unión volvió a defeccionar en el amanecer de un duelo, a cometer groseros errores y a los 13 minutos, el Matador casi sin proponérselo pasó a ganar 2 a 0. Primero fue un frentazo de Luna que recibió demasiado sólo en el corazón del área rojiblanca, y segundos después, fue Facundo Sánchez quien aprovechó una mala salida de los santafesinos desde el fondo, y así, en tan sólo 13 minutos y como hace siete días, quedó increíblemente dos goles abajo.

En esa etapa inicial Tigre administró mejor la pelota y hasta llegó con mayor asiduidad al arco de Matías Castro, aunque los visitantes también tuvieron alguna insinuación Con el correr de los minutos fue menguando la presión de los de Alfaro al tiempo que Unión comenzó a crecer y a jugar más tiempo en campo rival.

A cuatro minutos del cierre de la etapa, el Tate achicó las diferencias también en el marcador. Falta a Soldano que Rapallini transformó en penal sin dudar. Malcorra descontó con un remate esquinado, inatajable para D´Angelo, aún cuando eligió el sector correcto. Sintió el impacto Tigre que en los minutos finales fue al frente y puso en apuros a los santafesinos con dos tiros libres que llevaron mucho riesgo (uno pegó en el palo). Al descanso 2-1.

En el inicio del complemento y hasta la media hora el conjunto de Madelón fue más. Fue al frente en un calco de lo ocurrido hace una semana ante la Academia. La maniobra más clara para alcanzar la igualdad estuvo en los pies de Soldano. El delantero se metió en el área, gambeteó un rival y sacó un derechazo cruzado con exquisita comba que devolvió el palo. La pelota pasó delante de la línea de sentencia y no pudo ser.

Parecía que maduraba el empate Tatengue, pero Lechuga tomó recaudos con cambios oportunos y Tigre comenzó a defender mejor. Lo aguantó con más fuerza y fue devorando las intenciones cada vez más tímidas de Unión. Los anfitriones tuvieron sobre el final un par de chances para ampliar la ventaja frente un rival "regalado".

Volvió a perder el Tate en un calco de lo ocurrido en la fecha pasada y en varios partidos anteriores, donde salió "golpeado" casi desde los vestuarios. Otra vez fallas garrafales  y la obligación de correr de atrás y tener que levantar el impacto de un impiadoso 2-0.  A este equipo se le pueden achacar los visbles errores; lo que no se podrá discutir es su esfuerzo, su irrenunciable fe de lucha y su excesivo amor propio... aunque no siempre alcance para ganar.

El Tate es un buen plantel, con puntos altos, mesetas y abismos. Es un rompecabezas al que le faltan pocas piezas cuando gana, o demasiadas si pierde. Todo se juzga en función del resultado. Es tiempo de mirar un poco más allá, para entender que los errores que cuestan goles por fallas evidentes, puede ayudar a pensar y sobre todo a revisar como afrontar los próximos partidos. Están a tiempo de corregir algunos detalles y seguir chances de alimentar el sueño de todos. El final está abierto y el crédito renovado... aún luego de dos dolorosas y "tempraneras" derrotas.