Sudor, tiros ganadores, angustia y finalmente buenas sensaciones se llevó el español Rafael Nadal en su estreno en el Abierto de tenis de Estados Unidos, donde cerró la jornada con una victoria por 6-3, 6-1, 4-6 y 6-4 sobre el croata Borna Coric.

En la húmeda noche neoyorquina, un Nadal de negro y rosa fluorescente lució en buena forma ante un rival que lo exigió y hasta lo hizo dudar, pero finalmente el español encarriló la victoria con un tenis ofensivo.


"Creo que empecé jugando muy bien. El primer set tuve un nivel muy alto. Después bajé un poco por el cansancio. Las condiciones están muy difíciles, transpiré muchísmo, pero por suerte pude volver a jugar agresivo en el cuarto set", dijo Nadal, que en la próxima rueda se enfrentará al argentino Diego Schwartzman.

Nadal empezó el partido con paciencia y mostró el poder de su derecha para contragolpear más de una vez a los ataques planos de Coric.

A pesar de no contar un con un segundo saque poderoso, Nadal hizo buenos ajustes para poder atacar desde el segundo o el tercer golpe. Aprovechó la única oportunidad de quiebre que tuvo en el primer set para ganarlo por 6-3.

Un instante de desconcentración del joven Coric, de 18 años, y Nadal volvió a quebrar el saque del croata en el arranque del segundo set.

El español pasó el 1-1 al 4-1 en cuestión de minutos haciendo daño con el drive liftado, que perforaba la resistencia de Coric.

Nadal se llevó el segundo set aumentando los tiros ganadores y subiendo a la red para cerrar los puntos.

Hasta ahí nada se parecía al partido que habían jugado en Basilea el año pasado, cuando Coric jugó a su antojo ante los tiros sin profundidad de Nadal.

Venía tranquila la noche para Nadal, hasta que sacó 4-5 en el tercer set. Dudó. Dos dobles faltas le dieron a Coric la oportunidad y el croata no la dejó pasar. Quebró el saque del español y mandó el partido al cuarto set.

Allí Nadal volvió a las bases de su estrategia. Desde servicios angulados buscó abrir juego obligando a Coric a correr de una punta a la otra de la línea de base.

El balcánico no aguantó la intensidad de Nadal y terminó quebrado para quedar 3-5. Esta vez Nadal no dudó a la hora de cerrar el partido. Jugó un game abrumador.

En los parlantes del Arthur Ashe sonó la canción "Matador", del grupo argentino Los Fabulosos Cadillacs, y Nadal terminó apretando su puños.