“En San Juan gobierna la empresa, no el gobierno”
El coordinador de la Campaña de Glaciares de Greenpeace, Gonzalo Strano, aseguró que cuando surgen críticas por parte de organizaciones ambientalistas, “los que salen a responder en nombre de Barrick Gold son el ministro de Minería y el gobernador de San Juan”, José Luis Gioja. Además, afirmó que “esta minería sirve solamente para especulación financiera”, y que sólo el 3% de las regalías sobre lo extraído queda en la Argentina.
Tras el grave derrame de cianuro en San Juan, desde Greenpeace explicaron que se trató de “una cantidad importante” sobre la cual ni siquiera hay certezas. Así lo dijo por LT10 el responsable de la Campaña de Glaciares de la ONG, Gonzalo Strano, quien recordó que “en primer momento Barrick Gold negó” el problema, para luego hablar de una fuga de 224 mil litros y finalmente reconocer que al menos un millón de litros de esta solución fueron vertidos al ambiente. “De seguir así, dentro de dos días pueden anunciar un millón más”, especuló, ya que “no hay datos oficiales publicados, y esto es parte del reclamo que venimos haciendo” para conocer “el impacto tanto en suelos como en aguas”.
“Los resultados de las mediciones están ocultos”, insistió, y agregó que cuando los ambientalistas plantean cuestionamientos a actividades como la minería en glaciares o el uso de cianuro, “los que salen a responder en nombre de la empresa son el ministro de Minería y el gobernador”. “Nosotros hace unos años habíamos calificado a Gioja como el empleado del mes de la Barrick Gold. Y no nos equivocamos”, dijo. “Los que gobiernan en San Juan son (los dirigentes de la empresa), no el gobierno”.
Strano explicó que el emprendimiento en cuestión (el de Veladero) “está dentro de una reserva de biosfera de la UNESCO, la de San Guillermo, que es un área muy rica en recursos hídricos, glaciares y el ambiente periglaciar. Concretamente, Veladero se encuentra en una clara violación de la Ley de Glaciares. Es de alto impacto ambiental, pese a lo cual funciona sobre un ambiente periglaciar, afectando glaciares”. Asimismo, comentó que para poder extraer el oro es necesario volar toneladas y toneladas de roca. “Hacen desaparecer montañas enteras”.
Al mismo tiempo, reflexionó: “Con la mina funcionando a pleno, con todos los sistemas de alarmas activados, con toda la maquinaria necesaria para trabajar ante cualquier emergencia, se derramó un millón de litros de agua cianurada. ¿Qué va a pasar cuando esta minera se vaya y deje a cinco mil metros de altura un pasivo ambiental a todos los argentinos?”.
“En el balance entre costos y beneficios, la cuenta siempre va a ser negativa”, sintetizó. “El impacto ambiental que genera este tipo de actividades no se justifica de ninguna manera con los beneficios que se puedan obtener. Acá estamos sacando el oro de las montañas para ponerlo en la bóveda de los bancos. Esta minería sirve solamente para especulación financiera. Además, con el oro que ya se extrajo en los siglos XX y XXI, alcanza”. Y mientras tanto, a la Argentina sólo le queda el 3% de las regalías de lo extraído.