A fuerza de pragmatismo y con la agenda del Papa como hoja de ruta, el Movimiento Evita se consolidó en el último tramo de la campaña como la agrupación de militancia más cercana a Daniel Scioli.

"Quieren ser la izquierda del sciolismo", coinciden los jefes del resto de las agrupaciones de militancia del kirchnerismo. "Apostamos a que Scioli sea el mejor presidente de la historia", dice a LA NACION Fernando "Chino" Navarro, número dos de la organización y presidente del bloque del FPV en la Cámara de Diputados bonaerense.

La buena sintonía del gobernador con la agrupación que lidera Emilio Pérsico, secretario de Agricultura Familiar de la Nación, se reafirmó anteayer, cuando Scioli recibió, en el Banco Provincia, al Evita y a un conjunto de agrupaciones, como el Frente Transversal, de Edgardo Depetri; Miles, de Luis D\\'Elía, y Tupac Amaru, de Milagro Sala, entre otras. Los dirigentes renovaron su compromiso con el candidato y le prometieron un acto en un estadio de fútbol para el último tramo de la campaña.

El vínculo se pone más de relieve si se compara la relación que el sciolismo mantiene con La Cámpora, a veces tensa y siempre cambiante. De ahí la necesidad de tejer lazos con el Evita, quizá la única agrupación comparable en capacidad de convocatoria, que suele diferenciarse de la fuerza conducida por Máximo Kirchner.

"Nosotros no decimos que el candidato es el proyecto. Nuestro candidato es Scioli", enfatiza Navarro, consciente del juego de las diferencias. Esta semana negó además que, como afirmó Estela de Carlotto, estén pensando en el gobernador como una transición hacia un nuevo mandato de Cristina, en 2019. "Cuando uno elige presidente, no lo elige como un presidente de transición", dice el "Chino".

Para el dirigente, desde el momento en que la Presidenta definió la estrategia electoral debieron acabarse las resistencias al gobernador, de las que el Evita era uno de los principales exponentes. "En el seno del FPV, cualquier dirigente o sector que, más allá de sus buenas intenciones, trabaje hoy para condicionar a Scioli, está trabajando para debilitar el legado de Néstor y Cristina", afirma Navarro.

La relación del candidato con el Evita se mantuvo armónica desde principios de año. Incluso antes de que la Presidenta optara por Scioli, cuando Jorge Taiana era el precandidato presidencial evitista, la plana mayor de la agrupación reafirmó sus lazos con el gobernador bonaerense, durante un encuentro privado. Fue el 15 de abril.

Tres meses después, Scioli y el Evita formalizaron su compromiso con un acto conjunto, en el que el candidato anunció que si llega a la Casa Rosada creará un ministerio de la economía popular. Es una propuesta de la agrupación, que apuesta a colocar al titular de esa hipotética cartera. Con rango de ministro, el evitista Javier Ruiz ya dirige la Secretaría de Participación Ciudadana de la provincia de Buenos Aires.

La propuesta se inscribe en la línea que Francisco instaló en su discurso de Santa Cruz de la Sierra, ante dirigentes de movimientos populares. La agenda de "las tres T" (por tierra, techo y trabajo) fue adoptada como propia por Scioli y por la agrupación que lidera Pérsico, de buena llegada a Jorge Bergoglio.

Otro elemento que pone de manifiesto la excelente relación entre el gobernador y el Evita es el relieve que Scioli le da a Taiana en sus discursos sobre política internacional. El vínculo entre ellos viene de cuando uno era vicepresidente y el otro canciller. "Entre 2005 y 2010, la cancillería salió a vender la Argentina al mundo, a abrir nuevos mercados, como Rusia y China, y ése es el perfil que está buscando Scioli para su gestión", explicó un dirigente cercano al ex ministro de Relaciones Exteriores.

El vínculo entre el ex canciller y el gobernador tiene otro dato que los hermana. Acostumbrado como Scioli a la resistencia de un sector de la Casa Rosada, Taiana fue el único ex ministro del kirchnerismo que no saltó a la oposición.