San Martín de San Juan se lo dio vuelta a Rafaela y ganó el partido

 Se la veía negra San Martín. Atlético de Rafaela lo complicaba en su estadio, jugaba mejor y le ganaba 1 a 0. Sin embargo, después de un primer tiempo flojísimo, el local salió a jugarse todo. Y fue otro, en actitud, con otro esquema y con un Federico Poggi determinante. Así, consiguió su premio ante una de las revelaciones del torneo, que tuvo 45 minutos muy buenos pero que se cayó en el complemento.

Ni bien comenzó el partido se vieron dos equipos marcadamente diferentes, a pesar de tener los mismos esquemas tácticos. De un lado, San Martín se veía desbordado por el nerviosismo, que se contagiaba desde las tribunas y bajaba a la cancha como un hierro caliente. Del otro, el visitante era todo lo contrario: la tranquilidad dominaba a los santafesinos, como si estuvieran acostumbrados a jugar toda su vida en Primera. Es que Rafaela no tiene secretos. Cuenta con un esquema simple, y en eso está su efectividad: los laterales no suben, pero su trío de atacantes (Castro-Gandín-Federico González) atraviesa por un gran momento y complica a cualquier defensa que esté frente a ellos. Las buenas intenciones de Poggi (el que más intentó en el local, con avances por el sector izquierdo) no le alcanzaron al equipo de Daniel Garnero, que vio cómo a los diez minutos del primer tiempo Darío Gandín desvió un preciso centro de Nicolás Castro para poner el 1-0. Si bien sólo sacó un gol de ventaja en esa etapa inicial, la diferencia en el juego era muchísimo más grande.

Sin embargo, en el segundo tiempo pasó todo lo contrario. Obligado, San Martín salió a matar a morir. Garnero hizo ingresar a Núñez por Wagner para tener más juego. Así, el local presionó más arriba y se acercó al arco de Sara. Poggi, ese que había sido de lo mejor de San Martín en el primer tiempo y que mantuvo su nivel en el segundo, llegó hasta el fondo y tiró el centro para que Landa convirtiera de cabeza. Rafaela no reaccionó, y Raúl Saavedra aprovechó: en la primera pelota que tocó, puso el empate con un zapatazo desde 35 metros. Fue un tiempo para cada uno. Pero fue San Martín el que más lo aprovechó.