"Sobró pasión, faltó fútbol: merecieron perder los dos"
Sobró pasión, faltó fútbol. Es mucho el dinero y el tiempo que se invierte para ver una obra tan precaria y, lo más triste, es que a nadie le da un cacho de vergüenza. Yo me pregunto si pagar una entrada, la cuota, a cambio de "nada", ¿no es inultante? ¿no es una falta de respeto?Debería intervenir la Dirección de Defensa al Consumidor para evitar padecimientos mayores. ¿Quién protege al fútbol y a sus hinchas de fiascos como estos? Semejantes convocatorias, tamañas fiestas populares no pueden ni merecen tener un espectáculo tan vulgar, ordinario y ramplón adentro. Otro cachetazo al buen gusto.
Dos escenarios acordes a la historia centenaria de ambos clubes. Dos estadios que rugen embravecidos, y al mismo tiempo, dos equipos que apenas ronronean como gatos de angora en departamento. Nadie dejará de ser menos hincha por tamaña decepción, pero... ¡un poco más de respeto para los verdaderos sostenedores del espectáculo!.
Maldigo a los equipos que jerarquizan la cautela, porque el sistema así los obliga. “Importa sumar, y si ganamos mejor” es el “leimotiv” en los vestuarios. Entonces, sólo se consagra “sumar” sin importar el camino que se deba recorrer para conseguir los valiosos puntos. En esta locura que envolvimos el fútbol, a la mezquindad se la confunde con capacidad, y el desprecio por la pelota pasó a ser sagacidad. Hoy se privilegió otra vez el esfuerzo y no el juego. Sobró intensidad y faltó contenido, y lo extraño, es que muchos celebran la abundancia de algo accesorio, sin alarmarse por la escasez de lo esencial. Las excusas siempre están a mano. El césped alto o corto (según convenga), el calor, el frío, los pésimos arbitrajes, etc, etc.
Colón y Unión terminaron sin goles y lo que es peor, sin una migaja de buen fútbol. Siento que ante tanta expectativa a mi alguien me ganó esta tarde por goleada, pero como no sé quién es el responsable o culpable de esta humillación que siento, no puedo buscar “revancha”, esa que tanto nos consuela a los derrotados en este deporte. ¿Será que perdí ante el utilitarismo, el pragmatismo del “sumar como sea”, ante los conformistas de los méritos a cuentagotas o ante los exagerados resultadistas? Sí claro. Perdí ante ellos... y a mucha honra.
Nos hemos acostumbrado a un fútbol "discreto", repleto de "inteligentes" que trabajan los partidos. Jugar a la pelota cayó en desuso y el espectáculo propiamente dicho es un espanto. Lo llamativo es que nadie da señales de reconstrucción. Desde la prensa también cooperamos sistemáticamente con un mensaje perverso que endiosa a los exitosos y humilla a los perdedores. Si hubiésemos entendido el fútbol como una fiesta, hubiésemos colaborado en difundir y aceptar que una victoria sin méritos no es una victoria y un empate 0 a 0 casi sin llegadas, nunca le puede quedar bien a nadie si se trata de un clásico.
Al fútbol criollo lo sostiene la pasión de su pueblo. Hoy lo volvimos a comprobar como hace 20 días en el Centenario. Ya no hay más meros espectadores. Hay fieles que persisten en su genuina condición de acompañar siempre. Hasta parecen impulsados a las canchas por la misma pobreza que ofrece su formación. La desesperación domina todo, el apuro contagia en forma impiadosa a los protagonistas y la plaga del miedo se expande sin control hasta tolerar y aplaudir un paupérrimo "match" como el de este domingo, con más apego por el pelotazo, a las patadas y a la destrucción… que predisposición por la creación propiamente dicha.
Lo que me deja en el fondo tranquilo, es que hay historia, hay pasión y un amor incondicional por los colores. Es por ello que la demanda no merma, a pesar de que estoy convencido se podría cuidar más el espectáculo. No se trata de nostalgia ni de romanticismo… se trata de concebir un clásico mejor. Lamento haberme olvidado de quien (en 180´) le dio "casualmente" la pelota a un compañero, pero sí recordaré por siempre el recibimiento que tuvieron los equipos a la hora de saltar al campo en cada una de sus casas… aunque la gente no haga esos goles que tanto le faltaron al "derby" criollo. "Para ganar tenes que hacer un poco más", dijo Madelón y lo comparto, porque la verdad, merecieron perder los dos.
Señores que defienden los intereses de los consumidores del buen fútbol, ruego, hagan algo. Espero que no sea tarde.