Las ventas por dólar ahorro alcanzaron los USD 8.252 millones
La suma surge desde que el Gobierno fijó más facilidades para comprar moneda extranjera desde enero al año pasado. Sólo el 10% de los dólares ahorro quedó en el sistema bancario.
Desde que el Poder Ejecutivo "abrió el grifo" para que el público pueda acceder a la divisa norteamericana para tenencia, los ahorristas compraron un total de 8.252 millones de dólares.
La cifra, que publicó hoy el diario Clarín en base a estadísticas de la AFIP, se cuenta desde el momento en que el sistema empezó a ser más flexible en enero de 2014 hasta el pasado 8 de octubre.
Del volumen de divisas compradas, más del 90 por ciento fueron retiradas del banco. El 10% restante quedó depositado en el banco por el término de un año, que es el plazo que establece la normativa para que los ahorristas no tengan que pagar un 15% más de recargo impositivo. Lo cierto es que, pasado ese año, ese resabio también terminó saliendo de las entidades.
Así, los anticuerpos que intentó inocular el equipo económico de Cristina Kirchner para frenar la venta del dólar libre en la City porteña y disminuir la brecha con el dólar oficial logró contener parcialmente la fuga de capitales desde el sistema financiero. Por la vía del dólar ahorro, el drenaje es similar al nivel de reservas netas actuales que gestiona el Banco Central, si se descuentan el swap chino y los encajes bancarios.
La flexibilización que impulsó la Casa Rosada para las operaciones de moneda extranjera tuvo como punto débil que parte de esas compras retroalimentaron el circuito informal de venta de dólar. El mecanismo sirvió para obtener ganancias a partir de la especulación financiera con la brecha entre el dólar libre y oficial, cuya diferencia osciló en el último tiempo entre un 60 y 70 por ciento.
En septiembre y octubre, lejos de disminuir, el ritmo de las operaciones se aceleró, pese a que la AFIP achicó hasta un 50% los cupos de compra permitidos a los ahorristas para comprar divisas legalmente.
Analistas sostienen que el flujo ascendente se debe al clima de desconfianza sobre lo que sucederá a partir de diciembre, cuando asuma un nuevo gobierno. Es que el público busca amortiguar el deterioro que producirá en el poder de compra una eventual devaluación. Durante la campaña, el ajuste del tipo de cambio fue fuertemente reclamado por los empresarios a los candidatos a Presidente con la excusa de mejorar la competitividad.