La investigadora del Conicet Marisa Herrera comentó que la problemática de la reproducción humana asistida se sacó del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación, fundamentalmente debido a presiones de la Iglesia Católica y de los sectores feministas.

Sin embargo, en muchos casos los procedimientos se realizan pero sin la normativa pertinente, lo cual, a su entender, “es peor”. De hecho, agregó que en el país ya hubo ocho fallos a favor de la utilización de técnicas de este tipo. “Es mejor regular y controlar que prohibir o no decir nada”, insistió.

Por ello, a su entender es necesario una ley especial, que contemple entre otras cosas la “gestación por sustitución”, esto es, la utilización de un vientre con el material genético (óvulos y espermatozoides) de la pareja que tendrá la paternidad del bebé (normalmente conocida como “alquiler de vientres”).

Asimismo, señaló que hay toda una serie de interrogantes que se abren en torno a la temática de la reproducción asistida. Por ejemplo: ¿Cómo construir un vínculo jurídico con la persona que aloja en su vientre a ese ser humano? ¿Qué requisitos debe tener la mujer que gesta para terceros? ¿Debe haber un límite para la cantidad de veces que puede hacerlo?

En lo que refiere a la relación con el niño nacido a través de la utilización de este tipo de técnicas, señaló que en el país “estamos como con la adopción hace 30 años”. “Los hijos de parejas homosexuales nacen sabiendo que alguien aportó el material genético. Los que están mintiendo son los heterosexuales. Lo genético sigue siendo un elemento que tira”, reflexionó.

No obstante, finalizó valorando que la discusión se está replanteando en la Argentina.