En Toulon, el tricampeón de Europa, la pasada temporada Matt Giteau debió pelear la titularidad con Juan Martín Hernández y Nicolás Sánchez. Como apertura o como centro, en los partidos importantes siempre terminaba jugando él. Así de bueno es el número 12 de Australia. El domingo volverá a competir con los estrategas de los Pumas, pero no ya por un puesto en el equipo titular sino por un lugar en la final del mundo, algo que hace seis meses ni se imaginaba.

"Será un desafío muy duro para mí. Me va a ser difícil controlar a Hernández, así como también a Sánchez", dijo Giteau, quien llenó de elogios al Mago: "Es una persona hermosa. Siempre se lo digo. Es muy habilidoso, duro, fuerte defensivamente y le da una gran estabilidad al equipo. Sé lo que es jugar con él, especialmente en partidos importantes. Tiene mucha confianza en las cosas que puede hacer, que otros no pueden. Lo respeto mucho. Hace cuatro o cinco años era el mejor del mundo. No hablé con él, lo voy a hacer después del partido. Antes, jamás".

El domingo, Australia jugará su cuarto partido del Mundial en Twickenham, sinónimo de la jerarquía de los rivales que debió enfrentar y del nivel en que se encuentra. "Va a ser verdaderamente muy duro para nosotros. Ya enfrentamos a Inglaterra, Gales, Escocia y ahora a la Argentina. Son increíblemente peligrosos. Vimos lo que le hicieron a Irlanda y cómo exigieron al máximo a Nueva Zelanda en el debut. Luego ganaron varios partidos con mucha facilidad. No se los puede subestimar. No vamos a subestimarlos".

Giteau enumeró las virtudes de los Pumas: "Están jugando con mucha confianza en este momento. Son un equipo muy físico, muy pasional, pero también les gusta mover la pelota. No es que son buenos solamente con los forwards, son buenos en todos lados. Si les dejás espacios cuando tienen la pelota te lo van a hacer pagar."

Su relación con este país tiene otro punto de contacto en Mario Ledesma, ex jugador del seleccionado argentino y hoy entrenador asistente de los Wallabies. "Es alguien muy importante para nosotros", dijo Giteau. "Están a la vista las cosas que ha cambiado: el scrum, el maul, el ruck? es muy importante."

Hasta hace seis meses, para jugar en los Wallabies había que pertencer a una de las franquicias del Super Rugby, política que implementará la Argentina en 2016. Sin embargo, la unión australiana se vio obligada a cambiar ante la profunda sangría de jugadores que emigraban a Europa en procura de mejores contratos y habilitó a aquéllos que tuvieran más de 60 partidos internacionales. La excepción se denominó la "claúsula Giteau", ya que estaba hecha a su medida. En julio, regresó al seleccionado luego de cuatro años y rápidamente se transformó en una pieza clave en la estructura de Michael Cheika.

"Pensé que iba a pasarme el Mundial ganando unos mangos como comentarista de televisión", bromeó Giteau. "Fue un lindo viaje el que viví los últimos seis meses. Volver y tener la bienvenida que me dio el grupo, me hicieron sentir uno más enseguida. Eso habla muy bien del ambiente que crearon los entrenadores y los líderes."

Giteau (33 años) debutó en los Wallabies a los 20 y jugó en Australia 2003 y Francia 2007. En 2011, antes del Mundial, emigró a Toulon y ayudó a convertirlo en el club más poderoso del mundo, pero no fue sino hasta la creación de la cláusula apodada con su nombre que volvió al seleccionado, y ahora está a dos victorias de llegar a lo más alto. "En este momento no estoy pensando en eso", aclara. "Por ahora toda mi concentración está puesta en la Argentina. Son un muy buen equipo, muy peligroso? ése es el desafío para nosotros."

Empezó como centro, fue apertura, medio-scrum, patea a los palos, tiene una gran lectura de juego y una tremenda capacidad de definición. Pese al largo distanciamiento, el domingo alcanzó el hito de los 100 caps con los Wallabies. En aquel partido ante Escocia, Australia sufrió hasta el final y sólo ganó con un penal mal cobrado. "Para nosotros este tema está cerrado", se atajó. "De la misma forma que cuando le ganamos a Inglaterra lo primero que hicimos fue dejar ese partido atrás, ahora sólo estamos enfocados en la Argentina. Es lo único importante para nosotros.