Fuerte respaldo de Irán al régimen sirio de Asad
Irán mostró abiertamente por primera vez desde el inicio del conflicto en Siria su apoyo al régimen de Bashar al Asad: el ministro de Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi, manifestó su esperanza en que el presidente sirio continúe en el poder pese a los disturbios en el país.
"Esperamos que los Estados árabes hagan todo lo necesario para llevar esto a buen fin. Cualquier vacío de poder en Siria tendría consecuencias imprevisibles". Es la primera vez desde el inicio de las protestas en Siria que Teherán expresa tan abiertamente su apoyo al mandatario, presionado internacionalmente.
Siria e Irán son estrechos aliados. El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, había propuesto ya en una reunión de crisis en Teherán en septiembre el debate sobre la ayuda al régimen de Asad. Pero desde entonces, Irán había llamado a la negociación entre el gobierno y la oposición sobre posibles reformas.
Más de 3.000 personas, entre ellas 187 niños, han muerto en Siria desde el inicio de la represión de las protestas contra el gobierno a mediados de marzo, según cifras de la ONU. La oposición siria habla ya de cerca de 4.000 muertos. Cinco personas murieron el lunes a manos de las fuerzas de seguridad, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos basado en Londres.
Mientras tanto, la cúpula siria aseguró que no cederá a las exigencias de la Liga Árabe del fin de las intervenciones militares contra los manifestantes, sino que se centrará en intensificar las conversaciones con los Estados árabes. Un encuentro entre el ministro sirio de Exteriores, Walid al Muallim, y un grupo de ministros del ramo árabes encabezado por el qatarí Scheij Hamad bin Yasim al Thani terminó sin resultado.
Los ministros habían exigido a Siria que retirara el Ejército de los feudos de las protestas, liberara a los supuestos opositores detenidos e iniciara un diálogo con la oposición en El Cairo. Además, exige "el fin de la guerra mediática contra Siria" de televisiones como Al Yazira o Al Arabiya y el cese del contrabando de armas de los países vecinos, como Líbano y Jordania, según el diplomático. Además, el régimen sirio cree que la retirada militar debilitaría su posición en las calles.