Estado Islámico: qué territorios ganó y cuáles perdió en 2015
Durante este año debió abandonar el 14% de las zonas conquistadas, EI aún domina un área igual a Entre Ríos.
Fue un mal año para Estado Islámico (EI). A lo largo de 2015 la milicia terrorista perdió el 14% del territorio que dominaba doce meses atrás, pero su enemigo más eficiente a lo largo del año no fueron las fuerzas aliadas lideradas por Estados Unidos ni las de Rusia que iniciaron sus bombardeos aéreos en octubre, sino la milicia separatista kurda que por su parte vio triplicar los territorios bajo su control, según un informe de la revista militar británico-estadounidense IHS Jane's.
Entre enero y diciembre el autoproclamado califato, señala la publicación, perdió el dominio de unos 12.800 kilómetros cuadrados, y actualmente controla unos 78.000 kilómetros cuadrados (una superficie igual a la provincia argentina de Entre Ríos), según el informe.
Gran parte del territorio que perdió EI se encuentra en el norte de Siria, en la frontera con Turquía y fue a manos de las unidades kurdas. En Irak, además, dejó de controlar la ciudad de Tikrit y la de Baiyi, donde está la mayor refinería de petróleo del país, así como una parte de la importante carretera que une Mosul, en el norte de Irak, con Raqqa, feudo de EI, lo que -según el análisis- les dificulta ahora el transporte de bienes y combatientes.
Los analistas indican que la pérdida de territorios a manos kurdas obedece a una conjunción de factores, victorias militares de los separatistas pero también decisiones estratégicas de los jihadistas. "Esto indica que EI está sobreexigido y además que los territorios kurdos resultan de menor importancia que expulsar al gobierno sirio y al iraquí de tierras tradicionalmente sunnitas", dijo Columb Strack, analista senior de IHS. "Los kurdos parecen ser en principio un obstáculo para EI, más que un objetivo en sí mismos", agregó.
Los sirios kurdos dominan un grupo llamado Fuerzas Democráticas sirias, una coalición de combatientes kurdos y árabes que luchan contra los jihadistas en el nordeste de Siria y que tomaron relevancia en los últimos meses. A la lucha contra EI de las fuerzas aliadas lideradas por Estados Unidos se sumaron octubre los bombardeos áereos de Moscú, aliado histórico del gobierno del presidente Bashar al-Assad en Siria. La Fuerza Aérea de Rusia realizó hasta la fecha 145 vuelos de combate con aviones de largo alcance para atacar objetivos del autodenominado Estado islámico (EI) en Siria. De acuerdo con lo informado la semana pasada por el subcomandante de la Aviación de Largo Alcance de Rusia, mayor general Anatoly Konoválov, desde sus aviones se "lanzaron más de 1500 bombas, y alrededor de 20 misiles de crucero".
Entre todas las fuerzas que combaten por estos territorios, el que perdió mayor cantidad de terreno a lo largo del año fue el gobierno sirio, que tuvo que abandonar el 16% de las zonas que dominaba en 2014. Actualmente tiene bajo control unos 30.000 kilómetros cuadrados, menos de la mitad del área que gobierna EI, y una pequeña fracción del territorio original sirio antes de la guerra civil de 185.000 kilómetros cuadrados.En tanto, el gobierno iraquí logró recuperar un 6% de territorio que se encontraba en manos de EI.
Territorios conquistados
Además de perder territorio, la milicia de EI conquistó nuevas zonas, entre otras, en el oeste de Siria, donde se hizo con la ciudad histórica de Palmira, que alberga importantes ruinas arqueológicas. Bajo su dominio, EI tiene el monopolio de la fuerza con una policía y un servicio secreto propio, cobra impuestos e imparte su propia justicia. Los extremistas dominan además el servicio de educación, organizan el apoyo social y reparten semillas entre los agricultores.