El proceso de sucesión de Cataluña quedó en suspenso
La esperada votación que se saldó en empate de los militantes de la CUP.
El futuro del presidente catalán, Artur Mas, y del proceso de secesión de Cataluña quedó hoy en suspenso después de una esperada votación que se saldó en empate de los militantes del partido anticapitalista la CUP (Candidatura d' Unitat Popular), quienes tienen en sus manos la llave del gobierno regional que pretende romper con España.
Mas, principal impulsor de la secesión, depende de los votos de la CUP para ser investido presidente, un paso clave para reflotar la "hoja de ruta" con la que impulsa la creación de un Estado catalán independiente.
Tras tres meses de negociaciones, la dirección de la fuerza antisistema, que desde las elecciones del pasado 27 de septiembre se niega a apoya al presidente catalán, sometió a votación la decisión de sus bases en una asamblea.
Los militantes estuvieron reunidos más de once horas y tras tres votaciones, la última y definitiva se saldó en empate: 1.515 votaron "si" y otros tantos votaron "no".
"Las aritméticas son diabólicas en este proceso", afirmó Antonio Baños, líder de la CUP, quien destacó que "nada el proceso de construcción de la República catalana se hará sin consultasr a la gente".
"No podemos salir y dar ninguna opción ganadora, lo que seguramente esperaba buena parte del país en un sentido u otro", dijo por su parte Anna Gabriel, impulsora de la corriente más crítica con Mas.
La diputada de la CUP pidió a Junts pel Sí (JxS), la candidatura vencedora en los comicios y que propone a Mas- ideólogo de todo el proceso -que mejore su oferta en las negociaciones.
La dirección del partido, no obstante, anunció que reunirá a su dirección el 2 de enero para tomar una decisión definitiva.
La reelección de Artur Mas está en el aire desde que la lista JxS, que él ideo, se impuso en los comicios regionales celebrados hace tres meses y que fueron planteados como un plebiscito sobre la secesión de España.
Los 62 diputados que sumó JxS en el parlamento catalán no suman la mayoría absoluta, por lo que necesitan los diez escaños que tiene la CUP para obtener la investidura.
JxS tiene plazo para negociar una nueva investidura hasta el 10 de enero, en caso de no conseguirlo, se convocarán nuevas elecciones.
La CUP se negó a apoyar a Mas en la primera y segunda sesión de investidura defendiendo, como siempre lo hizo, que la imagen del presidente catalán estaba vinculada a los recortes de los últimos años y a los casos de corrupción que salpican a su partido, Convergencia Democrática de Cataluña (CDC).
Sin embargo, el partido anticapitalista y secesionista entró en negociaciones con JxS para buscar una alternativa que evitara nuevas elecciones con el riesgo de que el proceso independentista quedara a la deriva.
La semana pasada, JxS y la dirección de la CUP alcanzaron un preacuerdo que proponía a Mas como presidente de "transición" acompañado por otras tres persona con las que conformaría una especie de presidencia colegiada en los 18 meses que duraría el proceso hasta la constitución de una república catalana.
Además, la propuesta incluía un paquete de medidas sociales con una dotación de 270 millones de euros, y otras demandas concretas de la CUP como la paralización de un mega proyecto conocido como BCNWorld, así como la suspensión de las privatizaciones en el sector de la sanidad pública.
La CUP dejó la decisión en manos de sus bases, que debían resolver el delicado asunto; pero el empate lo impidió.
El gobierno catalán había advertido que en caso de un rechazo a este acuerdo no quedaría más salida que nuevas elecciones.
El futuro de Cataluña queda así en el aire en un momento clave también para España, que acaba de pasar por las urnas y se encuentra ante un escenario de ingobernabilidad, con el presidente conservador, Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), que resultó vencedor, sin posibilidades de conseguir apoyos para su investidura.
El conflicto secesionista catalán se encuentra en el centro de las negociaciones políticas, ya que un gobierno alternativo al PP, de izquierda, que podría liderar el socialista Pedro Sánchez, con el apoyo de Podemos- tercera fuerza- se topa con la condición que plantó el líder de esta fuerza, Pablo Iglesias, de celebrar un referéndum vinculante en Cataluña.
Sánchez insiste en oponerse frontalmente a esta posibilidad, coincidiendo en este punto con el presidente Rajoy.