La amenaza terrorista marcó la llegada del nuevo año

En las principales ciudades hubo medidas de seguridad extremas.

Mientras el fantasma de posibles ataques terroristas deambulaba por las grandes capitales del mundo, impactantes shows de fuegos artificiales y juegos de luces dieron la bienvenida al nuevo año, en una jornada marcada por las medidas de seguridad extremas y, en algunos casos, la sobriedad en los festejos.

La atmósfera de celebración fue desde la despreocupación hasta la precaución, pasando por la incertidumbre, en numerosas ciudades europeas, y varias amenazas a la seguridad obligaron a cancelar festejos en París y Bruselas o a desplegar las fuerzas de seguridad en Munich, ante la posibilidad de un acto terrorista del grupo Estado Islámico (ver aparte).

En tanto, un voraz incendio en un hotel de lujo en Dubai desató el pánico entre decenas de miles de turistas horas antes de la llegada de 2016 y de la fiesta con fuegos artificiales en la torre Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo.

Normalidad en Nueva York

En Nueva York no falló el descenso de la bola gigante en la plaza de Times Square, preservando así lo que ya se ha convertido en una tradición en la Gran Manzana. Una lluvia de caramelos cayó sobre el millón de personas que allí se congregaron. Pero al norte del estado de Nueva York, en Rochester, las autoridades cancelaron el espectáculo de fuegos artificiales después de que un hombre fue acusado de un supuesto ataque a un bar y un restaurante, inspirado por la milicia terrorista Estado Islámico (EI).

París, más sobria que otros años

Mientras París continúa recuperándose de la masacre terrorista de noviembre pasado en cuatro puntos de la capital francesa donde murieron 130 personas, las autoridades no bajaron la guardia y se prepararon para el peor escenario posible en la víspera de Año Nuevo, con el despliegue de alrededor de 60.000 policías y soldados por todo el país. París canceló su tradicional espectáculo pirotécnico en la Torre Eiffel y lo sustituyó con un video de cinco minutos sobre el Arco del Triunfo, justo antes de la medianoche.

El presidente François Hollande usó su tradicional discurso de la víspera de Año Nuevo para advertir que la amenaza terrorista sigue aún en su "nivel más elevado".

El desfile del 1° de enero en Champs Elysées, vigilado por la policía francesa.Foto:Michel euler/ap

Bruselas siguió en alerta máxima

Las autoridades belgas cancelaron los fuegos artificiales en la capital para despedir el año por temor a un ataque terrorista. La decisión se tomó un día después de la detención de dos hombres relacionados con un supuesto plan para atentar contra policías, soldados y lugares populares de la ciudad durante las fiestas. Bélgica está en alerta máxima desde los atentados del 13 de noviembre en París, ya que varios de los atacantes tenían lazos con la nación vecina.

Gran Bretaña celebró en orden

Se prepararon festejos a gran escala con fuegos artificiales en Londres, Edimburgo y otras grandes ciudades de las islas, a pesar de la amenaza terrorista. La policía recomendó al público que no asistiera a los espectáculos si no tenía entradas y que estuviera listo para que registraran sus pertenencias.

El fuego no frenó la fiesta en Dubai

En la lujosa Dubai, en Emiratos Árabes Unidos, un incendio se desató un par de horas antes de la medianoche en el hotel The Address, de 63 pisos, en la zona donde se preparaba un gran show de fuegos artificiales. El hotel de cinco estrellas está cerca de Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo, con 828 metros. Una persona murió de un ataque al corazón como consecuencia del humo y 14 resultaron con heridas menores. Pese al pánico, los organizadores no suspendieron los festejos en la torre Burj Khalifa, donde se instalaron 400.000 luces LED y 1,6 toneladas de fuegos artificiales.