"No tomamos decisiones por el color político de la provincia"
Cristina Fernández de Kirchner inauguró el Instituto Molecular y entregó créditos a empresarios. La mandataria evitó una respuesta directa a las acusaciones de clientelismo de Binner y llamó a "dedicarse a gobernar".
"No sé preocupe gobernador Binner que cuando tomamos decisiones no lo hacemos mirando el color político de ninguna provincia”, afirmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto realizado este lunes en el Parque España de Rosario. La mandataria respondió así al sociallista, quien había denunciado "clientelismo" del gobierno nacional previo a la llegada de la mandataria y en su discurso le pidió además que no hable como jefa de un partido sino para todos los argentinos. Fue en un mediodía en que ambos candidatos se sacaron chispas a un mes de las elecciones del 23 de octubre.
Los tiempos electorales cambian todo. El gobernador optó este lunes por dejar a un lado su perfil conciliador y abrió el acto en el Parque España con un discurso de bienvenida a la presidenta más propio de un rival en los próximos comicios que de un anfitrión. La jefa de Estado lo escuchó y prometió no convertir el acto institucional de entrega de créditos a empresarios -antes inauguró el Instuto Molecular de Rosario- en un debate partidario, pero igual le respondió con datos y minimizó sus críticas. "Uno escucha cada tontería", dijo Cristina y despertó un "uhhh" del auditorio, que lucía prolijo y frío, pero con el correr de los minutos del acto se fue calentando.
La presidenta también retrucó a Binner con datos. Afirmó que de los 9 millones de pesos de los créditos correspondientes al Programa Nacional de Parques Industriales del Bicentenario, la provincia de Santa Fe es la más beneficiada por el plan con el 40 por ciento de los fondos, unos 3,5 millones de ese total. Incluso por encima de Buenos Aires, que se queda con el 17 por ciento.
Fue en ese momento cuando Cristina negó tomar medidas de acuerdo al "color político" y generó otro aplauso cerrado, incluso del secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, quien dejó por un momento sus carpetas para sumarse al aplauso. Antes, el polémico dirigente había cosechado una ovación del auditorio empresarial, que incluso pareció sorprenderlo.
En cambio, Binner y el intendente Miguel Lifschitz -que lució incómodo en la misma mesa que los candidatos presidenciales cruzaban chicanas- se quedaron inmóviles.
inner había denunciado en la previa al acto, "clientelismo" del gobierno nacional con la llegada de camiones con electrodómesticos, turantes y muebles.Y el gobernador reforzó esa acusación en el inicio de su discurso, cuando reconoció "la especial circunstancia de que ambos somos candidatos" a presidente y le pidió a la mandataria que represente a todos los argentinos y no hable como "jefa de un partido" o como dirigente que tiene el "apoyo del 50 por ciento de la población".
El auditorio del Parque España despidió el discurso del gobernador con un tibio apluaso y recibió con una ovación a la presidenta. Había en ese momento una leve tensión. Una espera de cómo sería la respuesta de la jefa de Estado a la provocación del socialista.
"Antes que nada quiero hacer una aclaración. Esta presidenta no va a instalar una respuesta porque no ha venido para eso. Pobre y flaco favor le haría a la comunidad, a la sociedad y a las institucionales instalar debates que son para otros ámbitos y que seguramente la ciudadanía evalúa como lo hace siempre, a través de la forma más cristalina que es a través del voto", dijoCristina y convirtió aquella tensión en una explosión mínima de los dirigentes justicialistas, mezclados entre los cerca de 500 empresarios.
Después, Cristina desplegó una gran cantidad de datos económicos que implican una defensa del "modelo" pero no se olvidó -pese a su introducción- de responderle a Binner. Lo hizo con las cifras de aportes a los parques industriales y también con una "anécdota" que acababa de conocer en la inauguración del Instituto de Biología Molecular de Rosario (IBR) en La Siberia. Allí, dijo, un científico que volvió al país de Alemania en 2006 y que trabaja en el lugar le regaló las fotos de sus hijas Irina e Iván Fernández. La presidenta mostró las imágenes de los pequeños y sorprendió a todos. "Estas son las cosas que te recompensan y no las tonterías que uno escucha todo el día", lanzó.
Un palco, dos sectores
La puesta en escena del palco ya anunciaba las divisiones políticas que se reflejaron en los discursos. De un lado, nueve dirigentes afines al goberno nacional, entre ellos se destaba el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y algunos de los candidatos a diputados nacionales, como el intendente de Rafaela Omar Perotti, además del ex candidato a gobernador K Agustin Rossi.
Del otro lado, otras nueve sillas, encabezadas por el ministro de gobierno y sucesor de Binner, Antonio Bonfatti, y los candidatos del Frente Amplio Progrrsista, Juan Carlos Zabalza y Elida Rasino.
Delante de ellos, la plana mayor: además Binner y Cristina, ministros -de Ciencia y Tecnología Lino Barañao, y de Producción, Débora Giorgi-, secretarios nacionales y el intendente Lifschitz.
Cristina: "Un modelo beneficioso"
Cristina mostró sus actividades en Rosario –el impulso a un proyecto científico y la entrega de fondos para la actividad productiva– como fruto de “lo que es este modelo instalado en 2003, que ha sido beneficioso para todas las jurisdicciones”.
En particular, mencionó a Santa Fe como una provincia “punjante, con crecimiento, con gente que quiere producir” y resaltó que “nadie invierte si no cree en lo que se está viviendo y lo que está por venir.
La inauguración del IBR mereció un párrafo especialísmo. Es que recordó que el anterior edificio se inundaba, que el propio director Diego de Mendoza le dijo que nadie había hecho nada en décadas, y resaltó que el gobierno kirchnerista cambió el paradigma en materia de inversión en ciencia y tecnología.
En ese sentido, recordó que se invirtieron 20 millones de pesos para la nueva sede del instituto y luego fue a los números más generales: sostuvo que del 0,2% del PBI que se dedicaba a ciencia y tecnología se pasó al 8,8 y “vamos por más”. También remarcó el 6,64% del PBI que se destina a educación y el 5 para estructura productiva.
Y luego mencionó el caso de un científico del IBR que le contó que volvió de Alemania en 2006, cuando “néstor estaba obsesionado con que los investigadores regresaban. Volvió a Rosario porque Néstor proveyó los fondos para contratarlo”.
Ya más hacia el final, el tema los parques industriales volvió a escena. Varios de los créditos que entregó la presidenta son para ciudades de la provincia de Santa Fe, que según Cristina es la más beneficiada por el programa con el 40 por ciento de los fondos. Segunda está Buenos Aires con el 17. La idea, dijo, es industrializar para, además, generar arraigo, que la gente se quede en sus lugares de origen
Santa Fe cumple en un rol fundamental en esto, opinó, con una necsidad “industrializar la ruralidad”.
Y llegó entonces el palo al gobernador: “Que sepa el gobernador Binner que cuando tomamos decisiones las tomamos no mirando el color político de ninguna provincia”.
La palabra de Binner
Binner hizo uso político antes de la presidenta y esta vez prefirió ir más allá que el silencio que guardó el 20 de junio en el Monumento, cuando era silbado por militantes K, o el saludo estrictamente protocolar de la anterior visita presidencial, a Puerto San Martín, cuando la jefa del Estado dijo que Santa Fe había crecido menos que el resto del país.
El gobernador dijo que recibía a Cristina en este momento de campaña para elecciones en las que “ambos somos candidatos” “como la presidenta y no como representante de un partida o del 50% del país” que la votó.
Celebró que Rosario se convierta en polo de desarrollo científico, y pasó una factura: “Santa Fe está satisfecha de ser la provincia que más creció en su aporte al presupuesto nacional, porque somos federalistas, solidarios, e integradores”.
“Hemos tratado de aprender de la historia, la que vivimos y sufrimos. La principal lección es que el enfrentamiento, el país de blanco y negro, nos impide desarrollarnos”. Entonces dijo que su apuesta es al “respeto institucional, al diálogo”.
En ese marco, recordó la carta que le envió a la presidenta, no respondida, para que convoque al diálogo político. “Solicitamos en forma pública un diálogo abierto, constructivo, serio sobre los problemas del país. Hicimos una propuesta y estamos dispuestos a construir”.
Y abundó: la idea es “brindar una señal clara de que queremos avanzar en un país de adversarios respetuosos y no enemigos irreconciliables”.