La inteligencia artificial, ¿posibilitará la inmortalidad?

Un ambicioso proyecto estadounidense promete perpetuar la identidad humana a través de un clon humanoide.

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La perpetuidad de la vida se consolidó a lo largo del tiempo como uno de los grandes desafíos de la ciencia. Y en las últimas décadas, los procedimientos y las herramientas a mano de los especialistas situaron un escenario muy cercano a esa hazaña. En una era donde las nuevas tecnologías se apoderan del día a día y lo analógico ya empieza a sonar antiguo, la inteligencia artificial parece representar ese camino tan buscado hacia la inmortalidad.

¿Se vivirá para siempre? ¿Habrá nuevos mecanismos para detener el envejecimiento del cuerpo? Por ahora, la vía hacia el objetivo parece estar ligada a clones, robots o también llamados humanoides.

Un grupo de científicos estadounidenses creó un proyecto en el que invitan a cualquier persona del mundo a almacenar su información, su manera de pensar, sus gustos, sus fotos, sus emociones, sus miedos en una inmensa base de datos y con el fin de, en un futuro cercano, crear una suerte de memoria artificial basada en la propia para poder ser aplicada luego a un robot o un humanoide.

"Lo que pretendemos es que cada persona pueda crear su vida en forma digital. Es decir un archivo de memoria. Nuestra misión es concientizar y explorar la cuestión de que sea posible prolongar la vida humana, empleando nanotecnologías y biotecnologías cibernéticas", explicó Bruce Duncan, investigador jefe del proyecto, llamado Lifenaut.

La conciencia humana, eterna

El funcionamiento de Lifenaut es simple: cualquiera sólo debe conectarse a su web y allí puede crear un perfil gratuito en el que almacenará todo el tipo de información sobre sí mismo que desee.

Así, y junto a la actividad del individuo en las redes sociales, la información se almacenará en una biblioteca digital para luego transformarla en inteligencia artificial. ¿Cómo se consigue eso? Mediante una compleja secuencia de algoritmos, un minúsculo chip podrá conseguir en un futuro que un robot (o humanoide) tenga la capacidad de interpretar, reflexionar y responder de la misma manera o muy similar a la que lo habría hecho la persona en cuestión.

Incluso, los perfiles podrán ser enriquecidos con lo que los impulsores del proyecto llaman la memoria colaborativa. Se trata simplemente de la opinión de terceros sobre la personalidad de cualquier individuo, lo que permite una percepción mucho más amplia e imparcial sobre el comportamiento.

Los especialistas del tema crearon en 2010 el hasta ahora humanoide más famoso del mundo, llamado Bina48. Es un prototipo basado en Bina Aspen, la esposa de la empresaria Martine Rothblatt. El dispositivo tiene la cualidad para comportarse de una manera similar a la de la Bina real. Por el momento, la interacción de Bina48 es mediante una voz robótica, pero posee un abanico de respuestas y un contenido profundo de las mismas que asombra a cualquier humano.

"Algún día haremos copias de seguridad de nuestra mente en computadoras. Quizás llegue un momento en que los seres con inteligencia artificial y conciencia cibernética valoren su propia vida. Y llegado a ese punto, tendremos que decidir si los escuchamos", explicó Duncan.

De esta manera, la "inmortalidad" a la que aspiran los especialistas está enfocada a la perpetuidad de la conciencia, de la esencia de una persona, instalada en prototipos robóticos.

En el cuento "El inmortal", Jorge Luis Borges propone que después de varios siglos, el hombre entra en un raid de repetición, donde el hastío reemplaza a cualquier otro sentimiento y envidia a aquellos que sí fallecen. Algo así como la sensación que acompañaba a Dorian Gray, en la obra de Oscar Wilde.

Sin embargo, el magnate ruso Dmitry Itskov, dueño de la mayoría de los medios de comunicación de su país, lejos de los planteos filosóficos y más cerca del cine, también financia un proyecto en el que especie de robot "Avatar" podrá alojar la conciencia de un ser humano.

El 2045 Avatar Project está integrado por un grupo de 30 científicos y abarca desde la construcción de la representación artificial de una persona, hasta la transferencia de conciencia y emociones ¿Fecha estimada de finalización? 2045, claro.

El miedo, también presente
Pese a toda la euforia de la eternidad humana, hay una amplia gama de científicos que ven en la Inteligencia Artificial una seria amenaza a la continuidad de la raza humana en la tierra.

Sin ir más lejos, uno de los primeros detractores ante ese fenómeno es el propio Stephen Hawking, quien en el 2014 lanzó una seria advertencia sobre la posible autonomía de los robots mediante la inteligencia artificial.

"El éxito de la creación de la inteligencia artificial podría ser el gran evento de la humanidad, aunque también podría ser el último, si no aprendemos a valorar los riesgos. Si se les aplica un nivel suficiente de autonomía, los robots podrían llegar a tomar el control y se podrían rediseñar a sí mismos", explicó el físico.

Otro científico que transita por la misma vereda es el sudafricano Elon Musk, quien aseguró: "Tenemos que ser muy cuidadosos con la inteligencia artificial. Si tuviera que preguntarme cuál es la mayor amenaza existencial para la humanidad, creo que es esa. Estamos convocando al demonio. Por eso, creo que se deben establecer políticas regulatorias muy claras, tanto a nivel nacional como internacional en todo el mundo".

En principio, la mayor parte del ambiente parece enfocar hacia el otro lado. De hecho, Apple compró a inicios de año la empresa Emotient, enfocada exclusivamente en el desarrollo de la inteligencia artificial.

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