Este jueves, se produjeron con una distancia de 27 kilómetros dos asesinatos que causaron estupor en los habitantes del departamento General Obligado.

A las 18, María Natalia Fernández, de 35 años, fue apuñalada por su novio en la plaza de Berna, un pequeño pueblo de alrededor de mil habitantes. El homicida es Florindo Perez, de 52 años.

Según relató una testigo a un medio local, la pareja estaba discutiendo hasta que el hombre, de repente, comenzó a atacar a la mujer hasta dejarla muerta. Tras ello, se fue caminando hacia la comisaría, con el cuchillo en la mano. Fue inmediatamente aprehendido.

En tanto, al fiscal le contaron que ella intentó escapar y al caer fue agredida con varias puñaladas, que terminaron su vida en el acto. Asimismo, le dijeron que Pérez es conocido en el pueblo, que tiene su propia casa allí y que hace un tiempo se había ido para luego regresar con nueva pareja, “que era esta jovencita a la que ahora mató". Se habrían conocido hace tres meses cerca de Rosario, donde el femicida había ido a trabajar. Tiene hijos ya mayores. Una de ellas vive en Berna. En tanto, Fernández tenía un varón de cuatro años.

En el pueblo aseguran que Pérez "era buena gente, pero cuando se alcoholizaba se ponía violento". "Estamos consternados, mal, mal", dijo una vecina.

El crimen del profesor

También ayer fue hallado el cuerpo sin vida del profesor Raúl Vallejos, en el dormitorio de su casa. Un hombre se responsabilizó por el hecho en una comisaría de Formosa, y fue luego detenido.

Vallejos estaba en el piso, con el torso desnudo, el aire acondicionado encendido y un ventilador apuntándole directo. Fue encontrado en la casa que alquilaba en calle Ituzaingó, 20 metros al Sur de calle 43, en Reconquista.

Allí vivía solo, pero desde hace una semana albergaba a un formoseño que alguna vez intentó dejar las drogas ayudado por el Hogar El Buen Samaritano, en el que colaboraba Vallejos.

Fue precisamente esa persona, Jonatan Roa, quien se presentó esta mañana en una comisaría de Clorinda, donde denunció el caso diciendo que golpeó a la víctima porque abusó de él.

Desde Clorinda se comunicaron con la Fiscalía de Reconquista, que dio instrucciones a la policía de localizar la casa donde vivía el profesor Vallejos, y al constituirse, ya habían ingresado dos amigos.

"Le dijimos que no lo tenga en la casa, no Raúl, no Raúl, ¡no lo tengas!", exclamó indignada de dolor una de las colaboradoras del Hogar de El Buen Sanmaritano y amiga de Vallejos, quien opinó que Rodas "no quería cambiar" y que nunca terminó el tratamiento contra las adicciones.

Rodas había regresado a Reconquista el 28 de enero, diciendo que buscaba trabajo "porque en Formosa no conseguía".

Vallejos murió por asfixia por estrangulamiento provocado con una manguera de riego, evidentemente cortada de la que estaba en el patio. En la autopsia a realizar quieren determinar la características de los golpes que recibió.

Audio: Aldo Gerosa (fiscal)