"Estuve de vacaciones en una casa quinta en San Vicente, en Ezeiza. Me picaron los mosquitos, como a todos. Éso, más el entrenamiento en Domínico y la aparición de los síntomas, el dolor de estómago e hígado inflamado y 40° de fiebre, fue lo que preocupó",había revelado hace unos días Hernán Pellerano, dejando sobre la mesa la posibilidad de haber contraído dengue.

La incertidumbre comenzó a crecer cuando su temperatura corporal no descendía y sentía cansancio como para poder entrenarse a la par del grupo (el marcador central no pudo estar presente en el debut de Independiente ante Belgrano). Igualmente, ahora el Mundo Rojo, y el propio futbolista, respiran con tranquilidad, ya que se descartó esta posibilidad. Le realizaron estudios para analizar qué tenía y los mismos descartaron que padezca la enfermedad que transmite el mosquito.

Ahora, Fofi aguarda poder estar en condiciones para poder practicar junto a sus compañeros. Igualmente, Mauricio Pellegrino no tiene intenciones de apurarlo y no diría presente el próximo viernes, ante Godoy Cruz en Mendoza.